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Sigamos el ejemplo de Nazaria Ignacia, «Adelante, Siempre Adelante», motiva Mons. Bialasik en el VIII Congreso Nacional Misionero

Prensa CEB 10.07.24.- La tercera jornada del VIII Congreso Nacional Misionero comenzó con una Eucaristía en el Colegio La Salle de Oruro. Presidió el Mons. Cristóbal Bialasik, Obispo de la Diócesis de Oruro, que centró su homilía en la figura de Santa Nazaria Ignacia y su ejemplo de vida misionera.

Con ferviente fe y alegría inició la Eucaristía en la que participaron Obispos, sacerdotes, vida religiosa, seminaristas y laicos misioneros de las 18 jurisdicciones eclesiales de Bolivia. La misa tuvo la animación del ministerio de música Santísima Trinidad, de la Arquidiócesis de Cochabamba, ganadores del concurso del Himno oficial del Congreso titulado “Bolivia Misionera”.

En su homilía, el Mons. Cristóbal Bialasik reflexionó sobre la figura inspiradora de Nazaria Ignacia, destacando su inquebrantable espíritu misionero y su profundo compromiso con la fe y la dignidad humana.

Nazaria Ignacia, originaria de España, respondió al llamado misionero, trasladándose primero a México y luego a Bolivia en 1902, en medio de tiempos difíciles marcados por la Guerra del Chaco y una pobreza extrema, así lo relató el Mons. Bialasik y subrayó que, ante la pobreza y el sufrimiento, ella escuchó la voz del Señor que le decía: “La mies es mucha, pero pocos los obreros”; de esta manera, la santa Nazaria Ignacia siguió su misión en Oruro para ser el rostro viviente de la Iglesia; como ella decía: “Yo quiero ser realmente rostro viviente”, y sintió que era necesario hacer una cruzada de amor en la Iglesia.

El Obispo acentuó que Nazaria Ignacia se propuso elevar la dignidad moral de los bolivianos enseñándoles a trabajar y haciéndoles saber que todos son hijos de Dios: “Quiero levantar a Bolivia de su postergación, no quiero solo pan para los pobres ni repartir las limosnas”, dijo Nazaria Ignacia y el Obispo Bialasik la citó para recordar que todos tenemos la misma dignidad y “todos somos creados a la imagen y semejanza de Dios”.

“Con 40 centavitos empezó la obra”, recordó el Obispo sobre la obra de Nazaria Ignacia, que con su espíritu combativo y amor por Cristo y la Iglesia, creó el primer sindicato de mujeres en Bolivia, atendió a niños abandonados y fundó comedores populares, demostrando con acciones concretas su compromiso con los más necesitados.

La autoridad eclesial alentó a tener un espíritu guerrero, fiel y sin cobardías, como el de Nazaria Ignacia, y también puso de ejemplo al Mons. Ronaldo Álvarez, quien es un fuerte opositor del actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y fue sentenciado a prisión por criticar enérgicamente la represión del mandatario nicaragüense. Mencionando esos ejemplos, el Obispo pidió “repartirse entre los pobres, animar a los tristes, dar la mano a los caídos, enseñar a los hijos del pueblo, partir su pan con ellos, en fin, dar toda su vida, su ser entero por Cristo, la Iglesia y las almas”.

Llamó a dar testimonio al igual que Nazaria y “al igual que muchos santos y santas del altiplano y de nuestra patria”, y animó a todos a seguir su ejemplo recordando sus palabras: “Por Cristo y por la Iglesia, adelante, siempre adelante”, y con un fuerte aplauso, los congresistas renovaron su fe.

Durante la celebración el Mons. Jesús Juárez, Arzobispo Emérito de la Arquidiócesis de Sucre, tomó la palabra recordando que en la Diócesis de El Alto se tiene una parroquia en dedicada a la Madre Nazaria Ignacia, que es muy querida por todos los bolivianos, ya que, a pesar de ser española, entregó su vida y misión a este país.

Al concluir la celebración, el Obispo Bialasik manifestó su deseo porque en más lugares de Bolivia se abran nuevos comedores para los pobres y alentó a los misioneros a que con la espiritualidad de Nazaria sea posible “seguir ayudando a la gente más pobre, y que tengan el impulso del Espíritu Santo y puedan llevar la gracia del Señor a todos los pueblos”, concluyó.

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