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Mons. Oscar Aparicio exhorta a repartir los bienes justamente

Prensa CEB 28.07.24.- “¿Saben cuál es el mayor milagro? Que el ser humano se dé cuenta que actuando como Dios puede repartir los bienes justamente en la gracia y en la paz … a todos aquellos que habitan a su alrededor”, de esta manera el Mons. Oscar Aparicio, Arzobispo de Cochabamba exhortó a la comunidad cristiana a ser justos.

“Queridos hermanos y hermanas, reconozcamos que aquel pan que aparece en nuestra mesa es producto de la misericordia de Dios, que estos bienes que aparecen en nuestra vida se nos pide administrarlos, es producto de Dios”, dijo el Arzobispo y pidió que seamos agradecidos  con Él, pero también tengamos la capacidad de saber que tenemos que dar a los demás lo que corresponde: “Así en casa, así en nuestro trabajo, así en nuestro país , así en este mundo”, resaltó, desde la Catedral de San Sebastián, este domingo, 28 de julio.

Durante su homilía, el Arzobispo señaló que la clave de que los poderosos, los imperios y los gobiernos, gobiernen bien, es que distribuyan aquello que es justo equitativamente, lo que corresponde a cada quién, enfatizó.

“Estamos en contra absolutamente de esas ideologías que solo persiguen su interés, o que de unos pocos quieren ser enriquecidos a costa de los demás; que haya pueblos que sean pobres, que sean sometidos, esclavos. Esta ideología va a la perdición”, acotó la primera autoridad de la Iglesia de Cochabamba.

Dios dador de vida

“Se nos llama a nosotros a bendecir a Dios, a conocer su obra, el Dios en el que creemos, en el que profesamos la fe, es el Dios de la vida, el Dios de la historia que acompaña nuestros pasos, es el Dios providente, es aquel del cual justamente sale todo aquello que puede ser los bienes, lo que es el gran milagro diríamos así, el ser humano, la creación misma, que viene de las manos de Dios mismo”, dijo Mons. Aparicio al referirse al salmo de hoy.

“Se trata, por tanto, de conocer y bendecir a Dios, porque Él es el Dios de la vida y de la historia, y es el Dios que nos regala la vida misma, es el Dios que nos acompaña en la historia, que provee nuestra historia. Es el que da pan en nuestras mesas”, dijo.

“Esta naturaleza, el sol, la luna, las estrellas, el mar, las aves, en si todo esto viene también de Dios, Él es el creador. El gran milagro es que ha querido que exista el género humano y ha puesto también al cuidado del ser humano justamente está misma creación, esta naturaleza y en concreto nosotros podríamos tratar de conocer que, de Dios me viene la vida, viene mi historia, Él ha permitido que nacer en este lugar, en este tiempo, en esta generación, Él me ha permitido estar en esta familia en concreto, el conduce mis pasos”, expresó el Mons. Aparicio.

Somos productos de la creación de Dios

“De Dios nos viene los bienes, de Dios viene el trabajo, Dios viene las relaciones humanas. Espero hermanos que tengamos nosotros la constatación de esto, no somos los super poderosos, no son los imperios que nos ha dado la vida, no son las políticas que nos han dado la vida, no son los grandes que se dicen salvadores del mundo que han dado la vida, somos producto, creación de Dios, un Dios que nos ama profundamente, Él nos ha rescatado y nos ha rescatado a precio de sangre”, explicó el Prelado durante su homilía dominical.

“Tenemos un gravísimo problema nosotros en nuestro género humano el día de hoy, la autosuficiencia …creyendo que de nosotros viene el poder, la inteligencia que el ser humano es capaz de cualquier cosa y nos equivocamos tremendamente; este falso orgullo no nos lleva a ningún lado porque definitivamente somos corruptibles”, dijo.

Jesús entra en empatía con nosotros

“Por otro lado, hermanos la constatación de esta Palabra esta, si es que Dios actúa es este Dios también que provee nuestras mesas… Jesús entra en una empatía total viendo que la gente sufre, todo el tiempo los escucha y los atiende. Acude a ellos y esta siempre presente, los atiende, los ama profundamente, en este caso empuja a sus discípulos que también hagan lo mismo”, reflexionó el Prelado.

Si la Palabra de Dios hoy nos llama a la solidaridad y hacer partícipes de la unidad de Jesús, es decir, que de estos cinco panes y dos peces pueda proveer a tanta gente y que después de haber comido todos aun sobre, esto nos invita a nosotros a imitar las acciones de Dios, a entrar en esta mentalidad de Dios”, exhortó el Mons. Oscar Aparicio y concluyó con una invitación a rezar por los gobernantes: “Recemos por aquellos que gobiernan, para que sean también equitativamente justos, que den a quien corresponde lo que Dios nos ha dado a todos”, finalizó.

Fuente: Arzobispado de Cochabamba

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