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El Presidente de la CEB pide esforzarse por ser compasivos ante la realidad que vive el país

Prensa CEB 11.08.24.- Desde la Catedral Santísima Trinidad, el Obispo del Vicariato Apostólico del Beni, Monseñor Aurelio Pesoa Ribera OFM y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), hizo un llamado a todos los Católicos a vivir de manera coherente con las enseñanzas de Jesús, y en un contexto de recientes conflictos y bloqueos en el país, la autoridad eclesial hizo un llamado a la compasión y el perdón: “En nuestro mundo actual, y particularmente en nuestra patria, fijémonos bien, hemos estado mal, hemos estado más de 15 días sin poder movernos con libertad por estar bloqueados… la Palabra de Dios hoy nos invita a nosotros, Católicos, a defender aquellas actitudes que son propias de ese Espíritu que un día hemos recibido y hoy nos dice ‘sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo’”.

Tomando el Evangelio de Juan (6, 41-51), en el que Jesús proclama “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo”, el Obispo enseñó que “Jesús se ofrece como el Pan de vida, como aquel alimento verdadero, aquel alimento que no se compara con ninguna otra comida por más buena, o por más rica, o por más exquisita que sea”.

El Mons. Pesoa planteó la pregunta: “¿Creemos de verdad que Jesús es el pan de vida? ¿Estamos convencidos de que Él es el verdadero pan de y para la vida?”, a través de esta reflexión, el Vicario del Beni instó a los creyentes a no quedarse en una fe superficial o meramente personal, sino a permitir que su fe influya en su modo de vivir: “El peligro del Católico es que nos quedamos solamente en lo personal y aquello personal, no se manifiesta en nuestro modo de vivir”, sostuvo.

Mostrando las imágenes de la Virgen de Urcupiña a los pies del Altar, el Obispo dijo que la devoción a la Virgen María debe ir más allá de la costumbre o la tradición, para convertirse en una auténtica imitación de su vida y virtudes.

El Mons. Pesoa recordó las condiciones que Dios pone a los cristianos en la carta de San Pablo a los Efesios: “Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad”. En un contexto de recientes conflictos y bloqueos en el país, la autoridad eclesial hizo un llamado a la compasión y el perdón e invitó a los Católicos a defenderse con las actitudes que son propias de ese Espíritu que un día hemos recibido en el Bautismo y en la Confirmación.

“Se cumple esta palabra del Evangelio de Juan, nos hace falta de verdad acercarnos a ese Jesús, que es verdad y que es vida, alimentarnos en el Cuerpo y Sangre de ese Jesús, que es el Hijo de Dios, del Dios de la vida”, expresó el Presidente de la CEB, instando a los fieles a no perder la esperanza y a mirar en su interior para vivir plenamente su compromiso cristiano: “No todo está perdido, seguramente tenemos siempre la oportunidad, porque Dios es tremendamente bueno, que llama nuestra atención y nos invita a revelar nuestra vida, a no mirar siempre allá, sino mirar también aquí (señaló su corazón), el corazón”.

“Que Dios nos acompañe y que nos conceda de verdad esforzarnos por vivir nuestro compromiso cristiano, no solamente como la fe y la devoción, sino como la práctica y el testimonio de nuestra vida” concluyó el Mons. Pesoa, e impartió su bendición sobre los presentes.

En la Eucaristía acompañó el Obispo de la Prelatura de Corocoro, Mons. Pascual Limachi y participaron de la Eucaristía un grupo de jóvenes de Alemania, para vivir una experiencia de voluntariado y servicio desinteresado en obras sociales del país.

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