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Mons. Coter: “Las palabras que pronuncien sean palabras de vida, llenas de misericordia y ternura con la capacidad de servir y no de destruir”

Prensa CEB 24.9.2024.- En la homilía del domingo pasado, monseñor Eugeni Coter, reflexionó sobre el bien y el mal, donde los malos se confrontan con la imagen de los justos, solicitando además que cuando se le hable al prójimo sea con palabras de ternura, misericordia, con la capacidad de servir y no de destruir.

Desde la parroquia “Nuestra Señor de Fátima”, en Santa Cruz, el obispo del Vicariato Apostólico de Pando, comenzó su homilía analizando la película de Mel Gibson, “La pasión de Cristo”, manifestando que en este film se refleja una carga de violencia, que muestra el sadismo que se ejerció contra Jesús.

Recordó que esta película, en la escena de la flagelación de Jesús, se ve entre la multitud a una mujer vestida de negro, pero cuando muestran su rostro no se distingue si es hombre o mujer, calificándola “andrógina”, y que la misma llevaba aparentemente un niño, que al volcar su cabeza se muestra a un enano. “Y claro, los que están atentos a la película se preguntan, «qué es esto que no está en el evangelio?”, analizó monseñor Coter.

Agrega que la figura de la andrógina (bisexual) representa la figura del ángel del mal, aclarando que, los ángeles no son ni hombres, ni mujeres en la Biblia.

Ahora la comparación, explicó el obispo, es que mientras Dios no cuida de su hijo, “que lo están sádicamente matando”, el mal sí cuida de sus hijos, “porque el mal se cuida y cuida de los que hacen al mal y hacen el mal”, aclaró.

El obispo del Vicariato de Pando reiteró que donde se manifiesta el bien, se manifiesta exactamente la parte opuesta del mal. “¿A veces la gente se pregunta por qué he hecho el bien y la persona ha reaccionado mal conmigo?, porque la persona buena se vuelve un espejo”, dijo.

Volviendo al Evangelio del domingo pasado, en donde Jesús pregunta a sus discípulos, ¿de qué hablen en el camino?, el prelado lanzó esta misma interrogante, a los feligreses., “¿de qué hablan en el camino? Un comentador decía y reflexionaba bien, al hablar expresas las cosas que se tienen en el corazón y la manera que hablamos de las cosas que suceden son una imagen, una proyección de lo que llevamos en el corazón”, argumentó.

En la segunda lectura de Santiago, se habla que una persona de bien, debe emitir palabras de bien, al igual que sus acciones, sin embargo, cuando es mala, hasta sus palabras son de confrontación arrastrando generalmente víctimas.  

“Pero cuando nuestras palabras se alimentan de reflexión, de crecimiento, de sabiduría, entonces son palabras que se vuelven sabias y son palabras que generan un corazón maduro y que cambia entonces la realidad y la hace crecer y la hace ser una realidad de encuentro, de misericordia, de ternura. Cuando las palabras son duras, estas personas no saben tener ternura ni con los niños”, argumentó el obispo de Pando.

Monseñor Coter pidió por los feligreses, para que Dios les sabiduría y un corazón sabio y que las palabras que pronuncien sean palabras de vida, llenas de misericordia y ternura con la capacidad de servir y no de destruir.

“Y el Señor nos libere de quien frente al bien quiere responder con el sadismo que lo destruye”, concluyó.

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