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El arzobispo de Sucre, llama a la unidad y el amor, para el bienestar de todos, en tiempos de Crisis en Bolivia

Prensa CEB 3.11.2024.-Monseñor Ricardo Centellas, arzobispo de la Arquidiócesis de Sucre, y vicepresidente  de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), instó a los a los bolivianos a adoptar el amor de Dios como camino fundamental para superar la creciente tensión social y política que enfrenta el país.

El arzobispo abordó la situación actual de conflicto, marcada por protestas y bloqueos que han afectado a diversas regiones, y destacó que el amor verdadero debe ser la respuesta ante las divisiones y desigualdades que prevalecen en la sociedad boliviana. “Estamos viviendo momentos de gran desafío, donde la confrontación parece ser la norma. Sin embargo, la solución no reside en la división, sino en la unidad a través del amor”, afirmó Centellas durante su homilía.

En su discurso, el prelado recordó las enseñanzas bíblicas que sintetizan los mandamientos en la llamada a amar a Dios y al prójimo. “Jesús nos invita a amar con todo nuestro corazón, alma y fuerzas, y esto debe reflejarse en nuestra relación con los demás”, explicó. El arzobispo, subrayó que este amor no es simplemente un mandamiento, sino una necesidad fundamental para el crecimiento personal y comunitario.

“El amor no es fragmentado; debe se integro y constante. No se trata de un amor que se ofrece solo en momentos de alegría, sino en cada circunstancia de la vida”, destacó. Haciendo hincapié además en la gratitud del amo, recordando que el amor cristiano no espera retribución, “ en nuestro mundo, a menudo operamos bajo la lógica de la reciprocidad, pero el amor de Dios nos llama a ser generosos y a actuar sin esperar nada a cambio”, agregó.

El vicepresidente de la CEB, también reflexionó sobre las consecuencias sociales de vivir este amor auténtico. “Si logramos poner en práctica el amor total y gratuito, podríamos transformar radicalmente nuestra sociedad. Imaginen un país donde todos sean respetados y cuidados, donde las desigualdades se aborden con compasión y solidaridad”, expresó.

En este marco, monseñor Centellas hizo un llamado a la paz y la reconciliación, instando a los bolivianos a encontrar un terreno común a través del diálogo y el entendimiento, “no podemos permitir que la confrontación y el odio definan nuestro futuro. Necesitamos unirnos en torno a un objetivo compartido: el bienestar de todos”, reclamó.

El arzobispo de Sucre, recordó que el amor de Jesús es un don que debemos pedir y cultivar en nuestras vidas “(…) cada uno de nosotros tiene el poder de hacer la diferencia. Si nos esforzamos por vivir el amor en nuestras comunidades, podemos contribuir a la construcción de un futuro más justo y humano”, concluyó.

En medio de la adversidad, la autoridad eclesial ofrece una visión esperanzadora, recordando a todos que el amor y la unidad son fundamentales para sanar las heridas de la sociedad y construir un país mejor para las generaciones futuras, ya que este mensaje resuena en un momento crucial para Bolivia, donde las tensiones sociales y políticas continúan siendo un problema.

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