Mons. Herbas: “A ejemplo de María, respondamos a los planes de Dios con disponibilidad y generosidad”
Prensa CEB 8.12.2024. “La liturgia nos invita a tener una mirada reflexiva de cómo abordó Dios a María y cómo Ella respondió a esa invitación que Dios le hizo, estamos en ese camino”, sostuvo Mons. Jorge Herbas, obispo de la Prelatura de Aiquile, al celebrar la eucaristía de este domingo segundo de Adviento y Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
Al iniciar su reflexión dominical el obispo citó la primera lectura de este domingo Génesis 3,9-15.20 donde dijo que el hombre se aleja de Dios, pero Dios no se aleja del hombre; y que a veces la humanidad ejercita un “mecanismo de defensa”, al no reconocer los pecados ante Dios, aunque no haya nada que podamos ocultarle, “Dios nos mira, pero bien sabemos que Dios nos mira con misericordia, nos mira no para condenarnos por nuestros pecados, nos mira con amor para salvarnos”, puntualizó.
Al mencionar la Virgen María manifestó que en Ella no había lugar para el pecado, pues estaba llena de la gracia y amor de Dios, “María se convierte en ese tabernáculo de Dios, con la fuerza y el poder del Espíritu Santo, Ella con sus respuesta sencilla y dócil respondió con amor, aunque naturalmente tenía preguntas”, sostuvo.
“Dios intervino en la vida de María como lo hace en la vida de cada uno de nosotros por lo tanto ahí está una propuesta podríamos decir un ejemplo de parte de María de cómo deberíamos escuchar de cómo deberíamos responder y de cómo deberíamos comprometernos con el plan divino de salvación”, sostuvo que a partir de ello los fieles, a ejemplo de María, deben tener una respuesta de disponibilidad y generosidad aceptando los planes de Dios; y, de igual forma, como María, escuchar a los mensajeros de Dios que nos anuncian su Palabra.
“Entonces que Dios puede encontrar también esta disponibilidad en nosotros este espíritu de colaboración en la construcción de su Reino. Entonces, no nos quedemos en la historia del pecado que es parte de nuestra historia, aspiremos siempre esta meta, María es como la meta que queremos llegar como ella al cielo y participar de la gloria de su Hijo Jesús, y de esta manera ser nosotros también reflejo del amor y la misericordia de Dios. Así como María es el espejo del amor de la misericordia de Dios, que nosotros podamos ser también reflejo de este amor y misericordia infinita de Dios con la humanidad”, fue el mensaje dominical de Mons. Herbas en este tiempo de preparación al nacimiento de Jesús.
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