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“Antes de ser más cristianos, debemos ser más humanos”, exhorta Monseñor Eugenio Coter

Prensa CEB 15.12.2024.- Desde la Catedral de Riberalta, Monseñor Eugenio Coter, Obispo del Vicariato Apostólico de Pando, ofreció una profunda reflexión sobre el significado de la conversión y la preparación espiritual ante la llegada de la Navidad. Su homilía invitó a la comunidad a cuestionarse sobre su relación con Dios y con los demás, destacando la necesidad de ser auténticos y sinceros en la búsqueda de lo más humano y cristiano.

Monseñor Eugenio Coter, Obispo del Vicariato Apostólico de Pando en su homilía de hoy, habló de la conversión y la preparación espiritual ante la llegada de la Navidad. En su reflexión invitó a la comunidad a cuestionarse sobre su relación con Dios y con los demás, destacando la necesidad de ser auténticos y sinceros en la búsqueda de lo más humano y cristiano.

Desde la Catedral de Riberalta, “Nuestra Señora de El Carmen”, monseñor Coter planteó una pregunta esencial: “¿Qué debemos hacer para ser más humanos y cristianos?”, enfatizando que la conversión no es solo un acto de confesión o arrepentimiento por los pecados, sino un proceso para volver a lo más verdadero y sincero de nuestra vida, “antes de ser más cristianos, debemos ser más humanos”, señaló.

El obispo de Pando también ponderó sobre la importancia de elegir a las personas correctas como guías y modelos en la vida, llamándolos “maestros”. Recordó que estas personas, verdaderas y auténticas, son reconocibles por su sabiduría y madurez, ya que iluminan a otros con su ejemplo, “no es indiferente a quién le preguntas qué debemos hacer. Si eliges mal, podrías recibir respuestas que te alejen de lo esencial”, advirtió.

“Creo que hoy de verdad podemos reconocer maestros que son importantes en la vida. ¿Eso a ellos tendremos que preguntarle qué debemos hacer? Porque si lo preguntamos a las personas equivocadas te van a decir come de las ovejas, aprovecha de la oportunidad. No todos están velando”, dijo.

Monseñor Coter retomó el evangelio de San Lucas para reflexionar sobre la figura de Juan el Bautista, a quien describió como un verdadero maestro. Destacó la decisión de Juan de abandonar una vida cómoda como sacerdote del templo en Jerusalén para adentrarse en el desierto, lugar simbólico de sinceridad y transformación espiritual, “Juan renuncia a todo y se marcha al desierto para recordarnos que nuestra relación con Dios y con la vida debe ser sincera, profunda y jugada de corazón, más allá de los ritos”, explicó.

“Juan el Bautista entonces suelta todo lo que es una religiosidad establecida que al fin le daba de vivir, renuncia a todo, se mete en el desierto para recordar a la gente que su relación con Dios y con la vida tiene que ser sincera, profunda, jugada de corazón, y no preocuparse solo de los ritos, porque si no los ritos reemplazan la actitud del corazón y este es el riesgo. Entonces Juan el Bautista tiene el coraje y lo aplica a sí mismo, porque él se mete en el desierto, él renuncia a todo, él vive de lo esencial”.

La homilía de Mons. Coter concluyó con una invitación a la reflexión con la pregunta a la comunidad, “¿Quién es el maestro de mi vida? ¿A quién le pregunto qué debo hacer?”, exhortando a la comunidad a recapacitar sobre la importancia de elegir sabiamente las influencias que moldean nuestras decisiones y acciones, especialmente en esta temporada de preparación para la Navidad.

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