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Eucaristía de Clausura del Encuentro Nacional de la Hermandad: Un llamado a la renovación y al amor fraterno

Prensa CEB 18.05.2025. Con una Eucaristía celebrada en la Diócesis de Potosí, concluye este domingo el Encuentro Nacional de la Hermandad, realizado del 16 al 18 de mayo en esta jurisdicción. El evento reunió a representantes de las 18 jurisdicciones eclesiásticas de Bolivia, en una muestra de fraternidad y comunión.

Mons. Renán Aguilera, obispo de la diócesis de Potosí destacó la presencia de los obispos: Monseñor Percy Galván, arzobispo de La Paz; Monseñor Pascual Limachi, obispo de la prelatura de Coro Coro y miembro de la Comisión de la Hermandad, Monseñor Juan Carlos Huaygua, obispo de Coroico, y Mons Edmundo Abastoflor, arzobispo emérito de La Paz, quienes acompañaron en algunas actividades a los fieles en este significativo encuentro.

Durante su mensaje, Mons. Renán resaltó la importancia de la hermandad como un rostro concreto, encarnado en hombres y mujeres que, desde Bolivia y Alemania, peregrinan juntos en la fe. «La hermandad tiene rostro propio», afirmó, subrayando que la verdadera comunión se construye desde la fe en Jesucristo resucitado y en la vivencia del mandamiento nuevo del amor. «Ámense los unos a los otros, pero no como el mundo ama, sino como Cristo nos amó», fue su llamado, invitando a superar los límites del amor interesado y egoísta para abrazar el servicio y la entrega generosa.

En un contexto nacional marcado por la incertidumbre y la zozobra, la Mons. Renán, en su homilía, convocó a los creyentes a no desfallecer en el amor, recordando que solo el amor al estilo de Jesús puede renovar todas las cosas. «Jesús hace nuevas todas las cosas, comenzando por nosotros mismos», se proclamó, invitando a dejar que la misericordia y la resurrección de Cristo transformen los corazones, las familias y la sociedad boliviana.

El obispo de Potosí pidió por el Papa León XIV, en el inicio de su pontificado, y por la Iglesia perseguida en el mundo, especialmente en China. «Que Dios en su infinita misericordia haga nuevas todas las cosas, comenzando por nuestros corazones, nuestras vidas y nuestras familias».

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