HomilíasNOTICIAS

Mons. Oscar Aparicio: “Nuestro camino final está en la Gloria de Dios”

Prensa CEB 16.06.2025 En la Catedral San Sebastián, el Arzobispo de Cochabamba, Mons. Oscar Aparicio, presidió la Solemnidad de la Fiesta de la Santísima Trinidad y por el Centenario de la Fundación de la Congregación Religiosa: Misioneras Cruzadas de la Iglesia, participaron sacerdotes, seminaristas, laicos que siguen el carisma de Nazaria Ignacia.

Mons. Oscar Aparicio en su homilía: “Peregrinamos en este mundo, en esta tierra, entre nuestros hermanos, entre nuestras familias, entre nuestra sociedad. Peregrinamos, pero si peregrinamos, es porque nuestro camino final está en la gloria de Dios. Dios Padre, Hijo Espíritu, nos abraza”.

El Arzobispo de Cochabamba felicitó a las Misioneras por su Centenario de Fundación: “Felicidades Misioneras cruzadas de la Iglesia, que Dios les bendiga, que sigan dando frutos que su fundadora Santa Madre Ignacia ha podido inspirar en ustedes inspirar”.

Las Misioneras Cruzadas de la Iglesia son una Congregación religiosa católica femenina de derecho pontificio, fundada por la religiosa española Nazaria Ignacia March Mesa en Oruro, Bolivia, ​ el 16 de junio de 1925. Las religiosas de este instituto posponen a sus nombres las siglas: M.C.I.​

https://studio.youtube.com/video/NYTB1O89Ksk/edit

 HOMILÍA DE MONS. OSCAR APARICIO

ARZOBISPO DE COCHABAMBA

DOMINGO 16 DE JUNIO

Una vez más quiero saludar, en nombre de la comunidad de la Catedral, a las hermanas Misioneras Cruzadas, a todas y cada uno que están aquí presentes en este Centenario, pero también a comunidades y a aquellos que gozan de esta espiritualidad, que han querido estar también presentes. Veo que están los seminaristas, parte de los seminaristas, que me imagino que las misioneras les han conquistado para venir a solemnizar esta festividad y poder ayudarnos con la música. Bienvenidos hermanos.

Y también quisiera saludar aquí a Padre Tomás, él es de Oruro, de la diócesis de Oruro. Padre Daniel es franciscano, pero es también nacido en Oruro. Se entiende este cariño y este venir aquí desde Oruro, o por lo menos estar presentes por este significado profundo también de la Madre Nazaria Ignacia, que también está en Oruro y que nos acompaña desde allí.

Festividad de la Santísima trinidad

Hoy celebramos esta gran y enorme festividad, la Santísima Trinidad. Difícil de entender, en realidad nos sobrepasa, somos demasiado limitados, pequeños, para comprender los misterios de Dios. Y aunque en la revelación del mismo se nos dice que poco a poco iremos comprendiendo, entendiendo y viviendo esta situación de la gloria de la Santísima Trinidad, pero creo yo que en la eternidad misma, en realidad, no nos ayudará a total y plenamente entender por qué nuestra forma de ser, nuestra cabecita, diríamos así, no llega tampoco, porque no son cuestiones racionales.

Se trata justamente de, con sencillez, con humildad, simplemente profesar la fe en este Dios Uno y Trino. Tal vez algo más sencillo ya está puesta en la Palabra de Dios. Si nosotros hemos puesto atención, la primera lectura que habla ciertamente de la sabiduría, lo habla de alguna manera y hace referencia total y plena a Dios, Dios creador, Dios que ha existido desde siempre.

Dios es el que crea el mundo, crea el universo. Sería extenso tener que otra vez relatar todo aquello que en el Génesis se menciona, y además toda la manifestación y el cómo Dios se ha hecho presente siempre durante todo este tiempo desde la creación del mundo.

 La segunda lectura habla en concreto del Hijo, que en este tiempo, en este lugar, Dios mismo se hace presente, camina junto a nosotros, está con nosotros, comparte con nosotros, se apiada de nosotros.

Es aquel Jesús de Nazaret histórico, presente en este mundo, nacido de mujer. Este Jesús de Nazaret es Dios. De manera muy particular, por tanto, Dios Padre se hace presente en el Hijo.

Dios ama profundamente

Y esto sí que lo sabemos, ¿no es cierto? Lo hemos celebrado hace poquísimo, rememorando todo aquello que vienen a ser propiamente los misterios de Jesús en este mundo. Aquel que es bautizado, que comienza una misión, si podemos decir antes inclusive que se encarna, que pasa estos días anunciando el Evangelio, la misión fundamental de Él es hacer presente esta buena noticia, que la salvación llega a los seres humanos. ¿Por qué? Porque Dios ama profundamente la figura de la salvación y la figura del amor y la redención propiamente pasan por la cruz.

Aquel que rescata al ser humano, a nosotros por tanto, en todo amor hasta la última gota de sangre. Aquel que ha dado su vida por nosotros. Aquel que, recordábamos el domingo pasado, que ha ascendido a los cielos, pero que no se desentiende de nosotros, sino más bien que envía su espíritu, el espíritu de la verdad.

Aquel que les irá introduciendo en la verdad reina. Yo creo que así entendemos más fácilmente, ¿no es cierto? La acción, la forma de ser de Dios, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu. Pero que está muy ligado también a la Iglesia.

De hecho, celebrábamos en la Ascensión, celebrábamos en Pentecostés, así le afirmábamos completa y plenamente de que el tiempo del Espíritu Santo es real y verdadero, histórico. Dios está presente históricamente también en nuestro mundo, en nuestra realidad, en medio de nuestra sociedad, en esta iglesia en Cochabamba, en nuestras comunidades, en nuestras familias, a través del Espíritu Santo.

Es verdad que Jesús permanece sobre todo en la fracción del pan, pero es el Espíritu Santo que es que reaviva, es el Espíritu Santo que esté presente, es el Espíritu Santo que acompaña, es el Espíritu que inspira, en fin todo lo que hemos podido celebrar y mencionar en la secuencia de Pentecostés, recuerdan ustedes, el Espíritu presente y es el tiempo también entonces de la Iglesia.

El nuevo Pueblo de Dios que nace visiblemente también en medio de este mundo, con una misión específica, es el cuerpo de Jesucristo nuestro Señor, que goza justamente de lo que viene a ser la misión del mismo Señor con el Espíritu.

Centenario de las Misioneras de la Iglesia

Y yo creo hermanos que lo que estamos celebrando hoy, este centenario de las misioneras cruzadas de la Iglesia, qué bien que les cae en este momento, ¿no es cierto? Centenario, 100 años, una sola vez en la vida se celebra 100 años o raramente se celebra 100 años, o en una sola vez también en la vida 100, porque el 99 es una vez y el 101 es una vez, sin embargo, centrando y agradeciendo a Dios por estos 100 años particularmente importante, no sólo damos gracias a Dios, sino que visiblemente vemos que es cierto en nuestro mundo, en nuestra realidad, acá en Bolivia, y eso es lo bello también, ¿no es cierto?, que Dios se manifiesta en una comunidad, en la creación de una comunidad que tiene esta característica de la misión, enviadas a ser presente el reino de Dios. Vean cómo entonces se personifica de alguna manera aquello que Dios mismo ha querido y así en los siglos y así en los tiempos, pero de verdad es para felicitar otra vez, ¿no es cierto?, no sé quién ha sido la inteligente de poner en Santísima Trinidad justamente esta festividad de los 100 años, pero ha sido muy inteligente, porque ciertamente tiene un sentido enorme, grande.

Pero también vean la coincidencia, más que coincidencia, la causalidad, diríamos así, el hecho de que se celebren también las comunidades eclesiales de base, el jubileo de las comunidades eclesiales de base, la pequeña comunidad.

Una de las características de la Santísima Trinidad, ¿cuál es? Comunidad de amor. Y aquí en la tierra se puede vivir, en Dios Padre, Hijo y Espíritu, en iglesia, en esta comunidad. Es el signo más grande y más evidente.

Más inteligentes todavía han sido las comunidades de base para elegir su jubileo siempre y constante, en esta festividad de la Santísima Trinidad, porque deben ser el reflejo de aquello. Vean que de alguna manera también es lo que se puede producir en nuestras propias familias. Queridos hermanos y hermanas, demos gracias a Dios, porque podemos ya en este mundo ir viviendo esta realidad de la Santísima Trinidad de Dios Padre, Hijo y Espíritu.

Los Seres humanos hemos nacido de las entrañas de Dios

Y por último, no quiero dejar de mencionar aquello que como lorito siempre voy diciendo, ¿no es cierto?, constantemente y voy recordando y diciendo, tal vez los de la catedral ya están medio aburridos, pero quiero volverlo a decir. Nosotros, el ser humano, vean que en el Salmo se hace mención a Dios, ¿de acuerdo? Dios Creador, Padre Creador, Dios que nos ama profundamente, pero habla del ser humano, habla de nosotros. Por tanto, simplemente para repetir una vez más, nosotros nacemos de las entrañas del mismo Dios.

 También nosotros, los seres humanos, tú, tú, tú, yo, hemos nacido de las entrañas de Dios. Peregrinamos en este mundo. Nuestro fin no es estar en este mundo, hoy bello que podamos tener este jubileo de peregrinos de esperanza.

Peregrinamos en este mundo, en esta tierra, entre nuestros hermanos, entre nuestras familias, entre nuestra sociedad. Peregrinamos, pero si peregrinamos es porque nuestro camino final está en la gloria de Dios. Dios Padre, Hijo Espíritu, nos abraza.

Por tanto, hermanos míos, nuestra perspectiva es de pie seguro, de caminar hacia la gloria de Dios. Estamos, estamos en este camino, no sólo de fe, en este camino real y verdadero que el Señor nos está regalando y nos lo concede. Otra vez, felicidades misioneras cruzadas de la Iglesia, que Dios les bendiga, que sigan dando frutos de aquello que también la Santa Madre Ignacia ha podido también en ustedes inspirar.

Amén. 

FUENTE: ARQUIDIÓCESIS DE COCHABAMBA

Author