Mons. Cristóbal Bialasik llama a las Comunidades de Base a ser alegres en la misión y firmes en la fe
Prensa CEB 12.07.2025. En la tercera jornada del Encuentro Nacional de las Comunidades Eclesiales de Base, Mons. Cristóbal Bialasik, obispo de la Diócesis de Oruro, transmitió esperanza, valentía y fidelidad al Evangelio. El obispo recordó que la misión cristiana exige desprenderse de lo innecesario y confiar plenamente en la providencia de Dios.
Mons. Bialasik mencionó el Evangelio, donde Jesús instruye a sus discípulos a no preocuparse por los bienes materiales: “No deben llevar ni dos túnicas ni sandalias”. El obispo enfatizó que la verdadera labor pastoral consiste en estar junto al pueblo, enseñar la Palabra de Dios y cuidar el corazón, evitando distracciones mundanas.
Perseverar ante la adversidad
El prelado advirtió que la misión trae consigo dificultades, persecuciones e incomprensiones, tal como lo vivió el propio Jesús. “A pesar de las dificultades, los insultos y las puertas que se cierran, no debemos desanimarnos”, dijo, enfatizando a que el miedo no debe paralizar al cristiano.
La alegría como signo de santidad
Mons. Bialasik insistió en la importancia de la alegría en la vida cristiana, invitó a los presentes a llevar el Evangelio con entusiasmo, recordando los momentos de celebración y alabanza vividos durante el encuentro. “No podemos ser cristianos tristes si somos elegidos por Dios”, afirmó,
resaltando la dignidad de ser hijos de Dios y la necesidad de mantener la firmeza en la fe, incluso en la enfermedad o el cansancio.
Defensa de la vida y dignidad humana
En su mensaje, el obispo lamentó que en la sociedad actual se dé más importancia, a veces, a los animales que a las personas, criticando prácticas que desvalorizan la vida humana desde la concepción hasta la vejez. “El niño en el vientre de la madre es una persona y merece ser cuidado”, sostuvo, extendiendo este cuidado a los ancianos y a todos los miembros de la familia.
«No tengan miedo a dar testimonio de fe»
Mons. Bialasik animó a los fieles a no ocultar su fe, sino a expresarla abiertamente ante los demás, recordando que “quien me reconozca ante los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre”. Compartió anécdotas personales sobre cómo los signos externos, como la camisa clerical o la cruz, pueden ser testimonios valientes de fe en la vida cotidiana.
La homilía concluyó con un llamado a la confianza en la protección divina: “El Señor nos asegura que nos va a cuidar. No nos va a abandonar en esta iglesia”. Mons. Bialasik invitó a los presentes a renovar su compromiso con la misión, la alegría y la defensa de la vida, recordando siempre que “el Señor está con nosotros”.