A una década de la visita del Papa Francisco a Bolivia: “Una Iglesia samaritana, misionera y corresponsable”
Prensa CEB 24.07.2025. En el marco de la conmemoración de los 10 años de la histórica visita del Papa Francisco a Bolivia, las Mesas Redondas organizadas por la Conferencia Episcopal Boliviana reunieron a destacados representantes eclesiales que abordaron temas relevantes de la Iglesia. Este miércoles se vivió la tercera jornada en el Colegio Sagrados Corazones de La Paz.

Monseñor Pedro Luis Fuentes destacó la importancia de potenciar carismas y ministerios en una Iglesia participativa, corresponsable, sinodal y misionera.
Monseñor Pedro Fuentes, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz y administrador apostólico del Obispado Castrense en Bolivia, abordó el tema de los carismas y ministerios en la Iglesia sinodal. Destacó que la Iglesia debe ser eminentemente misionera y sinodal, es decir, que impulsa la corresponsabilidad entre todos los bautizados —laicos, sacerdotes, religiosos y obispos— en la evangelización. Recalcó la necesidad de superar la clericalización que ha llevado a que muchos laicos sean pasivos ya la vez se generen élites laicales exclusivas, lo cual afecta la participación real de todos en la misión evangelizadora.
El obispo enfatizó la importancia de la formación permanente de todos los miembros de la Iglesia para descubrir y potenciar los carismas propios de cada uno, subrayando que los ministerios laicales surgen no para reemplazar a los sacerdotes, sino como expresiones del sacerdocio común recibido en el bautismo. Señaló que el Papa Francisco ha promovido la institución y reconocimiento de ministerios laicales específicos, como el de catequista, y ha abierto el debate sobre la participación de las mujeres en ministerios como el diaconado, aunque estos temas siguen en discusión.
Monseñor Fuentes también hizo un llamado a la Iglesia local y las congregaciones religiosas a evitar caer en el mantenimiento sin misión, insistiendo en que el carisma recibido debe ser siempre al servicio de la evangelización y no meramente en la conservación de estructuras o bienes. Expresó preocupación por la juventud distante de la Iglesia y los retos que plantean las nuevas tecnologías y la cultura digital, invitando a la comunidad a buscar caminos para acompañar y evangelizar en este nuevo contexto.

Padre Marco Abascal invitó a construir una “Iglesia samaritana” cercana a los más vulnerables y promoviendo una formación integral
El Padre Marco Abascal, vicario general de la diócesis de Potosí, abordó el tema de la sinodalidad como un camino constitutivo y esencial para la Iglesia actual, entendiendo la palabra “sínodo” como el “caminar juntos” de laicos, sacerdotes y obispos en una misión común. Destacó que este proceso no es una moda pasajera, sino una continuidad y profundización de las intuiciones del Concilio Vaticano II, cuyo legado busca rescatar y actualizar.
Padre Abascal resaltó la importancia de la “conversión pastoral”, que implica no solo cambios estructurales, sino una participación activa y corresponsable de todo el pueblo de Dios, nacido del bautismo, que confiere común dignidad y misión a todos los fieles. Enfatizó que la Iglesia debe vivir esta sinodalidad con valentía, como lo ha impulsado el Papa Francisco, quien además subraya la opción preferencial por los pobres como una opción cristológica fundamental.
El ponente hizo un llamado a vivir una Iglesia samaritana, en referencia a la parábola del Buen Samaritano, posicionando a la Iglesia como una comunidad cercana, misericordiosa y comprometida con la realidad social y humana, especialmente con los migrantes y marginados, denunciando estructuras injustas que oprimen a las personas. Insistió en que la misión no se reduce al simple anuncio o visita, sino que debe transformar las realidades sociales con el influjo del Evangelio.
Marco Abascal planteó la necesidad de una formación integral que vaya más allá de lo mental o doctrinal, apuntando a que los discípulos imiten las actitudes y sentimientos de Jesús. Destacó que esta formación debe despertar la conciencia de todos los bautizados como miembros activos y corresponsables del pueblo de Dios, promoviendo la escucha mutua y participativa dentro de la comunidad eclesial, mediante espacios como asambleas pastorales y consejos parroquiales. Finalmente, hizo un llamado a que la Iglesia sea “hospital de campaña”, cercana a quienes están al borde del camino, reflejando la misericordia y compasión de Jesús.

Padre Giovanni Mendoza reflexionó sobre la conversión pastoral para que las parroquias se transformen en comunidades acogedoras, misioneras y sin clericalismos
El Padre Giovanni Mendoza, vicario pastoral de la diócesis del Alto y secretario ejecutivo en el área de comunión eclesial de la Conferencia Episcopal Boliviana, ofreció una reflexión sobre la «conversión pastoral» promovida por el Papa Francisco, dijo que es un cambio profundo y urgente para que la Iglesia deje de ser autorreferencial y cerrada en sí misma. Este proceso invita a transformar las parroquias en comunidades misioneras, abiertas y acogedoras, dispuestas a salir al encuentro de los demás, dejando atrás la comodidad y los conflictos internos para ser cauces activos de evangelización.
El eje central de esta conversión es la misericordia y la opción preferencial por los pobres, quienes no solo reciben el Evangelio, sino que también evangelizan y transforman a la Iglesia. Este enfoque consolida una Iglesia comprometida con los vulnerables y las periferias existenciales, orientada a vivir la misericordia como camino y meta de la vida cristiana.
Además, Padre Mendoza resaltó que la sinodalidad debe ser un modo de vida que supere la simple reforma estructural, exigiendo una renovación personal profunda que se traduzca en diálogo, escucha recíproca, discernimiento comunitario y corresponsabilidad diferenciada basada en el bautismo. Así, cada bautizado, según su vocación, asume un rol activo en la misión evangelizadora, participando genuinamente en la comunidad.
Finalmente advirtió sobre el peligro del clericalismo como una división interna que impide la sinodalidad efectiva, pues cierra los oídos a la voz del Espíritu Santo expresada en todos los fieles. Hizo un llamado a afrontar los desafíos actuales, como la evangelización en el mundo digital, el diálogo interreligioso y ecuménico, y el compromiso con el cuidado de la creación, hacia la construcción de una Iglesia renovada, corresponsable, misionera y acogedora.
A continuación las ponencias completas.

