Mons. Oscar Aparicio: La vida no viene de los bienes materiales
Prensa CEB 4.08.2025. Quiero decir que definitivamente la vida, la salud, de dónde nos viene, nos viene de Dios. Nuestro procurar el pan en este mundo, en la fe y en el espíritu, es posible ir caminando hacia adelante. Atentos entonces hermanos, la vida no viene de los bienes materiales, dijo Mons. Oscar Aparicio Arzobispo de Cochabamba durante la alocución de su homilía.
Seamos aquellos que quieren vivir en cristiano, buscando lo esencial, la criatura nueva. Vivir como criatura nueva. Si esto, por ejemplo, lo hicieran nuestras autoridades, ¿no ve? Los grandes poderosos de este mundo lo hicieran.
Las grandes políticas de este mundo lo hicieran. Vivir como hombre nuevo. ¿Habría guerra? ¿Habría el quitarle el pan al otro? ¿Habría la ideología de decir, estos tienen que vivir pobrecitos para nosotros tenerlos necesarios? ¿Habría corrupción? ¿Habría corrupción? Definitivamente la corrupción, los grandes males de nuestro mismo país y de nuestro mundo, señaló.
HOMILÍA DE MONS. OSCAR APARICIO
ARZOBISPO DE COCHABAMBA
Muy amados hermanos y hermanas, todos estos acontecimientos que estamos celebrando, acontecimientos históricos, los cien años de consagración al corazón de Jesús, los cien años de la coronación de la Virgen de Copacabana como Reina de Bolivia, el bicentenario de nuestra patria. Hemos nacido como una nación libre, pero también los doscientos años de la parroquia de Cala Cala y la parroquia de Jaihuayco al norte y al sur, de nuestra Arquidiócesis, creo que nos ponen en una situación no sólo de agradecimiento sino una situación de saber propiamente que Dios bendice la historia de las personas, bendice nuestra patria, bendice también con la presencia de Jesús, de María muy grandemente. Son muchísimos años, doscientos años, nosotros no éramos testigos de aquello, oculares, sin embargo hemos recibido también este patrimonio y este legado.
Es importante, por tanto, que pongamos los pies sobre la tierra en el sentido de decir, oye, somos parte de un todo, somos parte o herederos de algo que Dios ha permitido también en nuestra tierra, en nuestras familias, en nuestra patria. Somos aquellos que han heredado también la fe de tantos hermanos nuestros, de una iglesia que ha nacido y ha acontecido nuestra espiritualidad, por ejemplo, Mariana, muy auténtica Mariana, más allá de las advocaciones, llámese Copacabana, llámese Cotoca, llámese lo que sea, llámese Urcupiña, en realidad están evocando propiamente aquello fundamental de lo que es nuestra espiritualidad y la hemos recibido por herencia. No ha sido en vano, no ha sido en vano y ya en su nacimiento estas dos parroquias nos están mostrando a la Virgen María, porque Santana y San Joaquín son los papás de María, los abuelitos de Jesús.
Nuestra Espiritualidad Mariana
Vean, por tanto, ya está nuestra espiritualidad auténticamente Mariana, nuestra devoción auténticamente Mariana, también como iglesia en Cochabamba. Por otro lado, la palabra de Dios hoy nos pone en algo muy claro y muy evidente, no solo somos aquellos que pertenecemos a una iglesia, hemos recibido una herancia, un legado, sino también se nos está dando a conocer lo fundamental de la vida, lo fundamental de lo que significa nuestra generación y nuestra espiritualidad que tiene que vivir y acontecer hoy. Hemos recibido aquello en buena hora, queremos profundizarlo y vivirlo hoy en plenitud y además también transmitirlo a los demás.
Pero dice, atentos, cómo se necesita vivir en cristiano, cómo necesitamos nosotros vivir como realmente testigos del reino de Dios en este mundo, cómo es fundamental buscar lo esencial y lo realmente importante. Vean que la palabra de Dios nos ilumina de una manera excelente. Vamos a la primera lectura.
Eclesiastés, vanidad de vanidades, dice el sabio Colette. Colette es porque también es el texto del Colette. Eclesiastés, vanidad de vanidades, pura vanidad, nada más que vanidad.
Podemos traducir ilusiones, podemos traducir en expectativas, podemos traducir en pretensiones del ser humano. Todos nosotros tenemos algunas de estas ilusiones, vanidades, estas pretensiones, estas ilusiones en lo necesario de nuestra vida cotidiana, normal. ¿Qué es lo que necesitamos para vivir bien, para poder vivir felices, descubrir un sentido propio a la vida en este mundo históricamente? ¿Pan? ¿Pan? Que lo resumimos en todo lo que puede ser también nuestros bienes, techo.
Se necesita techo, se necesita hermanos, hermanas, una relación humana y unas relaciones con Dios. Esto es necesario y es fundamental en este mundo. Lo demás viene, es Dios a las personas, por eso decía, tú has sido Señor nuestro refugio, el otorga.
Por tanto, hacerse ilusiones de que nosotros vamos a vivir 300 años es vanidad de vanidades. Hermanos míos, está clarito, nosotros somos testigos de lo que ha sido la inauguración de la parroquia de Santa Ana de Calacala y la parroquia de San Joaquín, no somos testigos. Nadie vive 305 años, pero vanidad de vanidades.
El techo se puede caer, las relaciones humanas se pueden entorpecer, por ejemplo, en el tema de las herencias, familias destruidas, hermanos separados, hermanos odiándose unos a otros, un hombre ha trabajado, ¿para quién será lo que deja? Porque nadie de nosotros se lleva. No nos hagamos ilusiones que vamos a llevar grandes riquezas o nuestro poder o nuestro prestigio, nuestra fama. En poco tiempo, en 50 años, todos nos han olvidado.
Vanidad de vanidades. Todo es vanidad, ilusiones, pretensiones. Por eso Pablo es sabio y presenta más bien lo fundamental.
Frente a esto, frente a esto, frente a nuestras pretensiones, lo que quisiéramos nosotros tener, lo que quisiéramos ser. Pablo apunta perfectamente. Ustedes ya se despojaron del hombre viejo y de sus obras y se revistieron del hombre nuevo.
¿Quién es el hombre nuevo? Es Jesús. El que reina en este mundo. ¿Quién es el rostro visible de Dios en este mundo? Jesús.
¿Quién nos ha otorgado el Espíritu Santo? Es Jesús. Por tanto, fundamental es vivir como criaturas nuevas. ¿Olvidándonos de trabajar? No.
¿Olvidándonos de procurar el pan? No. ¿Olvidándonos de la relación con Dios y con los hermanos y el mundo? No. Se trata de si tenemos este espíritu, somos criaturas nuevas, con un espíritu nuevo, en relaciones nuevas, en enfrentar la vida también de lo que nos toque vivir 40, 60, 70, 80 años, 90 años, que lo hagamos de manera sabia.
Dios provee lo necesario
Eso es diferente, un espíritu sabiendo que Dios provee lo necesario. Frente a esta situación crítica que vivimos en nuestro país. Vivimos de temores a ver qué va a pasar mañana.
Si ayer costaba 50 centavos el pan, mañana costará un boliviano. ¿Qué vamos a hacer? Si yo ganaba un sueldo básico, ¿y ahora qué vamos a hacer? Si apenas vivía también de lo que podía vender en el día para poder comer, ¿qué voy a hacer mañana cuando todo se pone tan grave, tan serio? ¿Ponemos una esperanza en las elecciones del 17 de acuerdo? Yo no sé si será la solución de todo, porque definitivamente se trata de que busquemos lo esencial. Hermanos míos, hermanas mías, la multiplicación de los panes se da porque existe solidaridad entre los seres humanos.
La multiplicación de los panes se da porque Dios regala el pan. Siempre me acuerdo de mi abuelita que decía, todo niño que nace viene con su marraquetita bajo el brazo. Porque soy paceño, hablamos de la marraqueta, ¿no ve? Aquí podríamos decir, las abuelitas mías vienen con su toco bajo el brazo.
La vida no viene de los bienes materiales
Quiero decir que definitivamente la vida, la salud, de dónde nos viene, nos viene de Dios. Nuestro procurar el pan en este mundo, en la fe y en el espíritu, es posible ir caminando hacia adelante. Atentos entonces hermanos, la vida no viene de los bienes materiales.
También se acaba. La cuenta del banco también se acaba. La salud también se acaba.
Seamos aquellos que quieren vivir en cristiano, buscando lo esencial, la criatura nueva. Vivir como criatura nueva. Si esto, por ejemplo, lo hicieran nuestras autoridades, ¿no ve? Los grandes poderosos de este mundo lo hicieran.
Las grandes políticas de este mundo lo hicieran. Vivir como hombre nuevo. ¿Habría guerra? ¿Habría el quitarle el pan al otro? ¿Habría la ideología de decir, estos tienen que vivir pobrecitos para nosotros tenerlos necesarios? ¿Habría corrupción? ¿Habría corrupción? Definitivamente la corrupción, los grandes males de nuestro mismo país y de nuestro mundo.
Ir contra el hermano, buscando la guerra, buscando la riqueza, buscando el poder, buscando la fama. Definitivamente no son otra cosa que el apoyarse y pretender solo y únicamente los bienes materiales. De aquí vendrán la vida y perduraremos en el mundo y en el futuro.
Ese es un gran equívoco. Vanidad de vanidades. Vanidad de vanidades.
El evangelio da otra vez en el clave. Maestro, una multitud que se acerca a Jesús, uno le dice, maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia. Jesús les respondió, amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes? Tengo que ser yo, Jesús, el Cristo, el Mesías, el Señor, el que está proponiendo otra situación a que tenga que dividir los pleitos entre ustedes para decir esto te toca a ti, esto te toca a ti.
Tiene que entrar en políticas o de capitalismo o en políticas de comunismo para decir esto te toca a ti, esto te toca aquí. Tiene que entrar. Dice ¿quién me ha dicho juez de ustedes? Busca lo esencial, va lo esencial.
Cuídense de toda avaricia porque aún en medio de la abundancia la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas. Tienes poco, cuídate de la avaricia. Tienes supuestamente mucho, cuídate de la avaricia.
Es un pecado capital, hermanos míos. Un alguien que no tiene bienes puede estar gritando fuertemente para que dice aquello que tiene este otro me corresponde a mí, por tanto, estoy dispuesto a hacer la guerra. Pero el otro también que se ha apoderado de todo porque está equivocado, está dispuesto a someter a este otro y esclavizarlo.
Lo fundamental es un corazón corrompido que nos lleva a estas situaciones de creer que, por las riquezas, por los bienes materiales, por el techo, incluso por el pan, incluso por todo lo que podamos hacer, nos viene la existencia y nos equivocamos y se está dispuesto a quitar al otro lo que le corresponde. Y Jesús pone este ejemplo. Había un hombre rico cuyas tierras habían producido mucho y se preguntaba a sí mismo ¿qué voy a hacer? Interesante que le ha ido bien, ¿no es cierto? En buena hora, sí o no, en buena hora.
Ser solidario
Tiene varias alternativas, varias alternativas como tú como yo. En la vida tenemos muchas alternativas. Una de las alternativas es el solidario.
Una de las alternativas es dar gracias a Dios y repartir el pan. Una de las alternativas es no acumular. Sin embargo este hombre dice no tengo dónde guardar mi cosecha.
Se pregunta. Después piensa voy a hacer, demoleré mis granos, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo, mis bienes y diré a mi alma. Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años, descansa, come, bebe y date buena vida.
¿Cuál es su pretensión? ¿Cuál es su ilusión? Vanidad de vanidades. ¿Qué es lo que pretende? ¿Qué es lo que quiere? Perdurar por muchos años. Tiene asegurada la vida.
¿Tú piensas así? ¿Piensas así? Que si te ha ido bien tu alternativa es asegurarte por muchos años la vida. ¡Insensato! En otras traducciones dice necio. Esta misma noche vas a morir.
¿Para quién será lo que has amontonado? ¿Qué será mejor? Irse de este mundo con una buena cuenta, con muchos bienes, o irse de este mundo también más libre, habiendo acumulado tesoros en el cielo. Grandes preguntas para nosotros. Que sea pues el Señor que nos ayude, que sea el Señor que nos haga sabios, que sea el Señor que procure para nosotros de verdad vivir como criaturas nuevas.
Y que esto mismo propongamos a los demás. ¡Felicidades entonces Cochabamba por el Bicentenario de la parroquia de Santa Ana de Cala Cala y San Joaquín de Jaiuhayco! ¡Felicidades cochabambinos bolivianos por el Bicentenario! ¡Felicidades creyentes del Señor en estos cien años de coronación de la Virgen Reina en Copacabana! ¡Felicidades también por esta consagración al corazón de Jesús! ¡Amén!
Fuente: https://boletinelmensajero.blogspot.com/