Pastoral Juvenil Vocacional de Cochabamba celebró 50 años renovando su compromiso de fe y servicio
Prensa CEB 8.09.2025. La Pastoral Juvenil Vocacional (PJV) de la Arquidiócesis de Cochabamba conmemoró 50 años de fundación, una trayectoria caracterizada por el compromiso constante con la evangelización y el acompañamiento integral de los jóvenes. Los festejos centrales se realizaron el 6 de septiembre con una Eucaristía de acción de gracias presidida por Monseñor Óscar Aparicio en la Catedral Metropolitana de Cochabamba, seguida de una marcha juvenil hacia la Parroquia del Hospicio, espacio que acogió la celebración con gran participación de jóvenes y grupos pastorales.
Carla Delgado, asesora de la PJV, destacó la importancia de fortalecer la vocación al servicio juvenil en medio de nuevos desafíos sociales, resaltando el lema “De los jóvenes para los jóvenes” como motor para impulsar la evangelización desde una perspectiva generacional. La celebración no solo recordó cinco décadas de historia y servicio pastoral, sino que también se vinculó con la canonización del Beato Carlos Acutis, conectando la labor juvenil con el llamado a la santidad.
En este contexto, Monseñor Iván Vargas, Obispo Auxiliar de Cochabamba, subrayó el papel fundamental del testimonio como base para la pastoral juvenil. En su mensaje, pidió que esta pastoral sea “un servicio fuerte, dinámico y renovador” que invite a los jóvenes a dar testimonio de su fe en Jesucristo, entendiendo que el testimonio es antes que palabras, sobre todo gestos y actitudes coherentes con el Evangelio. Según Mons. Vargas, el testimonio cristiano debe ser visible, valiente y nacido de una experiencia personal con Dios, que impulsa a ser anunciadores activos de la misericordia y la esperanza en la sociedad.
Dar testimonio no es solo compartir palabras, sino vivir la fe con autenticidad y compromiso, siendo ejemplo de vida transformada por el amor de Dios. Este llamado a la coherencia entre vida y palabra convierte a los jóvenes no solo en receptores de la pastoral, sino en protagonistas y mensajeros que llevan la luz y el mensaje de Cristo a sus comunidades, haciendo de la evangelización una misión compartida y viva.
“Para eso estamos aquí. Para ser testigos de que nuestra vida, nuestras pastorales, nuestros empeños, van más allá de sólo lo que puede ser también este mundo terrenal. Caminamos hacia la gloria de Dios. Gracias a Jesucristo nuestro Señor. ¿Han escuchado la invitación a la aclamación del Evangelio que decía? Yo soy el camino, la verdad y la vida. Que sea pues así entonces, ¿ya? Jóvenes, yo sé que después de esto van a peregrinar”, sostuvo el arzobispo de Cochabamba en la Eucaristía.




