Mons. Leigue invitó a no repetir los errores del pueblo de Israel
Prensa CEB 14.09.2025. El Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue, en su homilía por la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, recordó que “antes la cruz era una maldición… ahí eran castigados todos los que se portaban mal, y la cruz adquiere otro significado”. Subrayó que, gracias al sacrificio de Cristo, ese madero de condena se ha convertido en signo de vida y salvación.
El mes de la Biblia, ocasión para escuchar a Dios.
El prelado invitó a todos a aprovechar este tiempo de septiembre para profundizar en la Palabra: “dense un tiempito para leer la Biblia, sería bueno que lean la Biblia para encontrarse con el Señor y lo que Él nos dice”. Animó a que en cada hogar se abra este libro sagrado que ilumina el caminar del pueblo de Dios.
Lecciones del pueblo de Israel.
El pastor recordó el relato bíblico del pueblo de Israel, que camino a la libertad renegó contra Dios y contra Moisés: “allá teníamos por lo menos comida”. Mons. Leigue advirtió que muchas veces, como ellos, también nosotros caemos en la tentación de mirar atrás y añorar tiempos de esclavitud en lugar de confiar en las promesas de Dios.
Un Padre que no abandona.
El Arzobispo destacó que Dios siempre está cercano, aun en las pruebas: “Dios no reniega contra la gente, se apiada”. Así, entregó a su Hijo para que el mundo tenga vida: “Dios Padre amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único, para que todo el que cree en Él no muera, sino tenga vida”.
La Cruz, camino de esperanza.
El prelado explicó que en la cruz de Cristo muere el mal y nace la vida nueva: “eso nos hace ver que para nosotros los cristianos, especialmente los católicos, miramos la cruz como salvación”. Recordó que la señal de la cruz está presente en la oración diaria y que ella nos recuerda constantemente que no estamos solos.
Un llamado al Pueblo de Dios a no repetir los errores del Pueblo de Israel cuando era liberado de la esclavitud.
El pastor animó a no ser ingratos con Dios, a reconocer su cercanía en la familia y en la sociedad: “Él está ahí para acompañarnos, no nos deja solos, por eso entrega a su Hijo”. Invitó a no repetir los errores del pueblo de Israel, sino a escuchar a Dios en la oración y en la lectura de la Biblia.
Hacer lo que Jesús nos dice.
Finalmente, el Arzobispo confió la vida de la Iglesia a la intercesión de María, Madre de Jesús, recordando sus palabras en las bodas de Caná: “hagan lo que Él les dice”.
Gentileza: Diakonia y Campanas Santa Cruz