Fiesta Grande de Tarija: Llamada a vivir en caridad y misericordia a ejemplo de San Roque
Prensa CEB 18.09.2025. Mons. Jorge Saldías, obispo de la Diócesis de Tariija presidió la Misa Solemne del Encierro de la emblemática Fiesta Grande de Tarija en honor a San Roque, destacando la profunda unión espiritual que esta genera entre los fieles. En la ocasión señaló que esta fiesta no es solo un acto cultural o tradicional, sino una verdadera oportunidad para fortalecer la fe, confianza y esperanza en Dios.
El obispo recordó que la fe cristiana encuentra pleno sentido cuando se traduce en obras concretas, tal como lo vivió San Roque, patrono de Tarija, quien se dedicó con humildad y sencillez al servicio de los enfermos y los más necesitados, practicando las obras de misericordia que el Evangelio nos invita a vivir.
Durante su homilía, Mons. Saldías resaltó que San Roque representa un modelo de vida cristiana auténtica, en la que el servicio, la generosidad, la caridad y la oración se convierten en acciones palpables que alimentan y fortalecen la comunidad. Invitó a los fieles, promesantes, autoridades y familias a poner en práctica en su vida diaria estos valores, recordando que cada acción de amor hacia los más pequeños y vulnerables es una experiencia directa del encuentro con Cristo sufriente.
Mons. Saldías también destacó la importancia global de la Fiesta Grande de Tarija, al ser reconocido por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, hecho que une a los tarijeños con el mundo y les invita a seguir aportando a la humanidad desde los valores cristianos. En este sentido, enfatizó que es fundamental profundizar en la fe y en la justicia de Dios, viviendo con esperanza y aceptación el sufrimiento, la enfermedad y las limitaciones económicas que enfrentan muchas familias, confiando siempre en la luz de la resurrección y la gloria que promete el Evangelio.
Finalmente, el obispo exhortó a todos a mantener firme la fe y a ser perseverantes y valientes en el camino cristiano, recordando que la esperanza es un impulso constante para vivir en caridad y misericordia. Animó especialmente a los tarijeños a que esta fiesta no sea solo un momento, sino un motor diario que fortalezca la solidaridad y el compromiso cristiano en la sociedad.