Jubileo de los catequistas en el Vicariato Apostólico Ñuflo de Chávez
Prensa CEB 23.09.2025. El sábado 13 de septiembre, la comunidad de Concepción se vistió de fiesta para recibir a más de ciento cincuenta catequistas, líderes y representantes de la zona chiquitana, incluyendo San Antonio de Lomerio, San Ramón, San Javier, y las parroquias de La Inmaculada Concepción y María Auxiliadora.
Bajo la guía del Padre Adalid Ordóñez y con el apoyo de diversos grupos parroquiales y las hermanas MESST, se planeó con esmero la logística para acoger a estos servidores comprometidos que participaron en el Jubileo con el deseo de obtener la indulgencia plenaria.


La jornada comenzó en el centro parroquial, donde se compartieron espacios formativos con Ágata Szpulak, quien abordó «El rol del Catequista en la Iglesia», y la Hermana Nohemy Mintano, quien profundizó en «¿Cómo ponerlo en práctica?». Estos momentos fortalecieron el compromiso y la formación de los presentes.
Al mediodía, inició la procesión hacia la Iglesia Catedral Jubilar, recorriendo la plaza principal del pueblo en una manifestación de fe y devoción. En la Iglesia, ante el Santísimo Sacramento expuesto, los participantes vivieron un momento profundo de adoración y reflexión.


Luego, se brindó la oportunidad de acercarse al Sacramento de la Reconciliación, para renovar la vida espiritual, seguido por la celebración de la Eucaristía presidida por Monseñor Antonio Reimann, obispo del Vicariato Apostólico Ñuflo de Chávez. En su homilía, Mons. Reimann invitó a los catequistas a confirmar su fe a la luz de la Palabra de Dios, acogida y meditaba en sus corazones.
Asimismo, recordó con admiración a los dos nuevos santos, Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, canonizados recientemente, cuya fuerza espiritual y compromiso nacían de la adoración eucarística. También evocó a los primeros catequistas que acompañaron a los misioneros jesuitas hace más de 300 años en Chiquitos, mencionando al Padre José Francisco de Arze en San Javier y al Padre Lucas Cavallero en Concepción, quienes fueron pioneros en la evangelización de la región.

La celebración culminó con un compartir fraterno durante el almuerzo, fortaleciendo la comunión y el entusiasmo para continuar el servicio con alegría, conscientes de que Jesucristo es el centro del amor y la misión que abrazan como discípulos misioneros y testigos de esperanza (cfr. Rom 5,5).

Fuente: El Mensajero del Vicariato Ñuflo de Chavez