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Mons. René Leigue invita a buscar la verdadera felicidad compartiendo con los demás

Prensa CEB 28.09.2025 En la Basílica Menor Catedral San Lorenzo, el Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, Mons. René Leigue presidió la Eucaristíta dominical en el último domingo del mes de septiemmbre que se celebró el Jubileo de los deportistas, con la Apertura de la Puerta Santa, también participaron la Comisión de Hermandad de Santa Cruz, que dan inicio a la Semana de Oración en la Iglesia de Bolivia

En su homilía dominical, Mons. René Leigue Cesari, Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, abordó con fuerza tres realidades que interpelan a la sociedad y a la Iglesia: el dolor de los pobres engañados por promesas que nunca se cumplen, la invitación a los deportistas a vivir su jubileo no como un triunfo pasajero sino como un testimonio de fe y perseverancia, y el inicio de la Semana de la Hermandad entre diócesis bolivianas y alemanas, llamada a convertirse en oración activa por la creación y la casa común.

En su homilía dominical, el Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, Mons. René Leigue Cesari, reflexionó sobre la parábola del rico y Lázaro, recordando que la felicidad no puede vivirse de manera individual, sino en comunión con quienes carecen de oportunidades. Subrayó que el problema no es la riqueza en sí, sino la indiferencia frente a la necesidad ajena: “El hombre rico nunca tuvo en cuenta a Lázaro”. Desde la mirada crítica, cuestionó un sistema que reproduce desigualdades. Desde la espiritualidad, llamó a practicar la solidaridad como camino de salvación: “Si aquí en la tierra compartimos, tendremos nuestra parte donde el Señor nos espera”.

Mons. Leigue fue enfático al señalar que engañar a los pobres es aún más grave que la indiferencia: “Lo más doloroso, y sobre todo el pecado más grande, es ilusionar a un pobre y después no hacer nada por él”. Recordó que toda persona merece respeto y dignidad, y que la fe cristiana exige traducirse en gestos concretos de justicia y de compartir. En el marco del Jubileo de los Deportistas, Mons. Leigue destacó que la práctica deportiva es fuente de salud y superación personal, pero advirtió que también puede encerrar riesgos si se vive con egoísmo o vanidad. El Arzobispo animó a quienes logran el éxito a no detenerse allí: “Quien va surgiendo no debe quedarse en la parte alta, si piensa que lo ha logrado todo y no persevera está estancado”. Enfatizó que el verdadero valor del deporte está en la coherencia y la perseverancia, virtudes que no solo fortalecen el cuerpo, sino también el espíritu.

«Personas que han logrado consolidarse como deportistas sean testimonio para los demás”. Desde la mirada crítica, denunció la falta de oportunidades para muchos jóvenes que desean surgir en el deporte pero se ven excluidos. Desde la espiritualidad, exhortó a los atletas a vivir la fe con firmeza y compartir sus dones con generosidad, dijo Mons. René Leigue.

La hermandad que une continentes y cuida la creación. Finalmente, el Arzobispo destacó el inicio de la Semana de la Oración por la Hermandad entre las diócesis de Hildesheim y Tréveris (Alemania) y las 18 jurisdicciones eclesiásticas de Bolivia.

Con mirada crítica, invitó a reconocer la responsabilidad de todos en la contaminación y la deforestación. Desde la espiritualidad, animó a asumir el cuidado de la casa común como expresión de fe: “Respetemos la naturaleza, el medio ambiente de donde vivimos, respetemos la casa común”. Concluyó confiando a la Virgen María la misión de vivir como verdaderos hermanos y hermanas, y alentando a perseverar en la esperanza de un mundo más justo y fraterno.

Fuente: Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra

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