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Mons. Pesoa: “Nadie que se compromete con el evangelio, puede tener una actitud de indiferencia o neutralidad”

Prensa CEB 14.08.2022.- Desde la Catedral Santísima Trinidad, este domingo 14 de agosto, el Vicario Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, Mons. Aurelio Pesoa, reflexionó sobre el Evangelio de Lucas, señaló que “nadie que se comprometa con el evangelio, puede tener una actitud de indiferencia o neutralidad. Sabiendo que: la Palabra de Jesús no siempre es motivo de emoción sentimental, es fuego de Dios sobre la tierra que denuncia el mal de las injusticias e irracionalidad del ser humano”.

Domingo 20 Ordinario

LC. 12, 49 – 53

He venido a traer fuego

  1. Las lecturas de hoy nos hablan que el seguimiento de Cristo supone cargar con la cruz. Hoy escuchamos que el profeta Jeremías es rechazado por su propio pueblo. Esto sucedió con todos los grandes profetas del antiguo testamento hasta la venida de Jesucristo el Mesías.

Las profecías de Jeremías molestan a sus adversarios, que acusan al profeta de traicionar a su país. Aún en la cárcel, las palabras del profeta siguen causando incomodidad y es condenado a muerte por sus enemigos, pero Dios lo salva.

El profeta sufre violencia por mantenerse fiel al mandato que recibió de Dios, lo admirable en el profeta es su perseverancia y valentía para afrontar la ira de sus adversarios, los poderosos. Repasemos la historia de la Iglesia esa ha sido la suerte del servidor fiel de Dios.

2. En el Evangelio Escuchamos la expresión del Señor “he venido a traer fuego a la tierra”, no hace referencia al fuego material que destruye y causa dolor, sino que se trata del fuego que abrasa y purifica los corazones fieles, que pese a las adversidades, se esfuerzan en la construcción de un mundo más humano y en don de Dios no es la ausente en la vida.

La afirmación del Maestro “tengo que recibir un bautismo”, tampoco se refiere al bautismo de Juan, ya lo había recibido en el Jordán. Se refiere, a que su misión en este mundo está llegando a su final,  su misión llegará a su culmen en la cruz.

La afirmación: “¿creen ustedes que he venido a traer paz a la tierra? Les digo que no, sino división”. El ser humano en el transcurso de la historia, siempre ha entendido que la paz es sinónimo de calma o pasividad, ausencia de conflicto o de alinearse al parecer o dominio del que tiene el poder de turno.

3. La fidelidad al seguimiento del maestro implica una lucha continua, dentro y fuera de nosotros mismos. No es Cristo el que causa la división. La actitud del ser humano es: se le sigue o se le rechaza a Cristo que es la luz,  el camino, la verdad y la vida. En la vida del cristiano, no debería haber espacio para el retaceo o conveniencia del mensaje del Evangelio. Seguir fielmente a Cristo supone continuo sufrimiento y conflicto. Si no, veamos lo que está sucediendo en Nicaragua.

Desde nuestra Catedral de la Santísima Trinidad y como Iglesia que peregrina en Bolivia: nuestra oración, nuestra cercanía y solidaridad con el sufrimiento de los pastores y la Iglesia que peregrina en Nicaragua. Les animamos en la fe y esperanza seguros que el buen Dios camina con ellos, en estos momentos de dolor a causa de la persecución.

Con el anuncio de la Buena Noticia, Jesús ha encendido fuego en el mundo, fuego que invita a la persona a optar por el evangelio. Nadie que se compromete con el evangelio, puede tener una actitud de indiferencia o neutralidad. Sabiendo que: la Palabra de Jesús no siempre es motivo de emoción sentimental, es fuego de Dios sobre la tierra que denuncia el mal de las injusticias e irracionalidad del ser humano.

Pienso en lo sucedido en Tarija: aquella joven que sale de la cárcel después de estar recluida por un crimen que no cometió.

Recordemos con seguridad, que al final de nuestra vida nos encontraremos con el Señor. La recompensa está en sus manos, la ganamos o la perdemos, por eso el que opta por el Señor debe caminar mirando siempre a aquel que es el autor de la vida y que nos amó primero. Todo cristiano elige ante Cristo: unos a favor y otros en contra de Él. La pregunta hoy es: ¿Cuál es nuestra opción? O ¿qué significa o qué me exige ser discípulos del Señor en el mundo de hoy?.

El Espíritu Santo enviado por el Padre Dios, nos fortalezca e ilumine y nos conceda la fortaleza para seguir firmes en el camino que el Señor nos invita a recorrer. Así sea.

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