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May

Amar no es un sentimiento pasajero, supone ser fiel a Dios y a cada una de sus enseñanzas

Prensa CEB 22.05.22. Mons. Aurelio Pesoa, Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, al celebrar la eucaristía de este domingo, desde el Vicariato de Beni, recordó a los fieles que la Paz que ofrece el crucificado, es una paz desde el corazón, distinta a aquella que surge del egoísmo los seres humanos; y el amor de Dios, no es ese sentimiento que se escribe en las redes sociales, va más allá de un sentimiento pasajero. En la oportunidad envía también una felicitación a las mamás bolivianas, que el próximo 27 de mayo celebran esta fecha especial, deseando que Dios bendiga a todas aquellas mamás que realizan doble función de madre y padre para sus hijos.

A continuación la Homilía:

La Palabra de Dios hoy nos invita y nos sugiere varios aspectos que deberían estar presentes en la vida y en el caminar de la Iglesia y de todos los hombres y mujeres que decimos que somos cristianos católicos.

La primera lectura de Hechos de los Apóstoles nos muestra una de las primeras dificultades, no cada uno yendo por su lado buscando su propio interés, sino buscando el bien de todos, no aprovechándose de un momento de confusión o de desconcierto, sino buscando el bien de todos. Y es Pablo juntamente con Silas que van y acuden en nombre de la comunidad no judía a los apóstoles y presbíteros de Jerusalén y ellos dan su palabra, porque desde el principio debemos recordar, la Iglesia es comunión, hablamos de pensar distinto, pero buscando el bien común.

A diferencia de que lo que vemos y experimentamos en el mundo civil y de la Iglesia, y sabemos cuáles son los motivos, es la primera la lección que debemos recordar que por encima de todo y por sobre todo debe estar el bien común, la comunión entre todos, no la separación.

El evangelio de hoy, de Juan, nos relata donde Jesús termina su misión en el mundo, el cierre de una parte de la historia de la salvación, el tiempo de Jesús termina y da paso a lo que es el tiempo del Espíritu Santo, así como Jesús fue enviado para revelar la presencia del Padre eterno, el Espíritu Santo siempre es enviado por el Padre en nombre de Jesús.

Ahora es el Espíritu Santo el que ocupa el lugar de Jesús, no sustituyéndolo, sino haciendo memoria y recordando lo que Él había dicho, el Espíritu Santo no realiza ninguna revelación, eso debemos tenerlo claro, respecto a lo que había dicho Jesús, el Señor había dicho en varias oportunidades el paráclito, Espíritu Santo, él les recordará y enseñará todo lo que les he dicho.

El recuerdo que trae el Espíritu acerca de Jesús, no es una simple memoria de acontecimientos pasados, ni mucho menos una repetición literaria lo que Jesús dijo, sino la aplicación a la vida y la presencia actual de Jesús en el mundo, la aplicación de toda aquella predicación. Jesús deja como regalo de despedida la paz, no es una paz cualquiera, es la paz del resucitado, del mundo y de una humanidad nueva que vive en la plenitud, del designio del amor de Dios.

La paz que ofrece Jesús, no es la paz de los cementerios, la paz que ofrece el crucificado, es una paz que surge desde el corazón, sale desde un deseo sincero al reflexionar este regalo que nos dice Jesús, es una invitación a que esa paz surja desde el esfuerzo por el bien común, tan deteriorado y descartado de la vida de los seres humanos en estos tiempos.

Pensaba en la guerra que continua en Ucrania, seguramente lejanos a nosotros, pero la ausencia de la paz se da también en nuestro país, y no podemos dejar de decirlo, porque pensar solo en otros lugares no es ser fiel al evangelio.

 Pensaba en el acontecimiento de la universidad, y la muerte de aquellos jóvenes, una muerte injusta y absurda, provocada por alguien que pareciera que no tiene sentimientos humanos, ni cristianos, o en esas muertes en comunidades del altiplano, peleando deseos de poder y hegemonía, deseos de sobreponerse y someter al otro, esa no es la paz que ofrece el resucitado, la paz de Dios y del resucitado, es distinta a aquella que seguramente podemos pensar en nuestro egoísmo los seres humanos.

Por ello queridos hermanos, es importante meditar de manera personal si en nuestra vida cristiana nos dejamos guiar por la gracia del resucitado, pero sobre todo por la presencia del Espíritu Santo, el fruto mayor de la pascua es el mandamiento del amor, que hemos escuchado en estos días de pascua, todos sabemos que el amor busca la cercanía y la intimidad con Dios.

Dios no nos ama a distancia, es el Dios con nosotros y el Dios cercano, el amor de Dios, no es ese sentimiento de te quiero mucho, o te amo demasiado, que se escribe en las redes sociales, el amor de Dios va más allá de un sentimiento pasajero, por eso para el cristiano, su deseo, debe ser el de vivir verdaderamente su fe y cristianismo, el deseo de Dios es que Él viva en nosotros y por eso busca rebalsar con su presencia y con su amor nuestra vida.

Una vez más, al hablar del amor, pienso en el sufrimiento de aquellos hermanos que sufren la guerra, y aquellas familias que sufren en el país, a causa de la perdida absurda de sus seres queridos y más aun pienso en los tantos feminicidios que van sucediendo y que poco a poco nos van conduciendo a la indiferencia en nuestro país. Sin embargo la alegría del cristiano, en este mundo, será también la alegría en el mas allá, pero debemos buscar trabajar y empeñar, porque todos nosotros somos el templo, el lugar donde Dios habita, porque todos hemos sido rescatados del pecado para vivir en la presencia de Dios.

Por eso lo que debemos preguntarnos es como recibimos esta visita de Jesús, que año tras año, nos hace memoria en las fiestas de Pascua y Semana Santa, presencia real de Dios, el Señor nos dice hoy, el que me ama será fiel a mis palabras, es la condición para que las personas divinas habiten entre nosotros, amar a Cristo, amar no es un sentimiento pasajero, sino que supone guardar, como dice el mismo Señor, guardar su Palabra y la actitud debe ser en fidelidad a Él y a cada una de sus enseñanzas, por el contrario nos dice que el que no me ama no guardará mis palabras, guardar las palabras del Señor es hacer crecer al mismo Señor en nuestra vida.

Estamos a pocas semanas en espera del acontecimiento de pentecostés y es conveniente reconocer lo que el Espíritu Santo quiere hacer y obrar en nosotros, él es el maestro inferior de su acción y su acción es necesaria para entender la palabra de Cristo, si él no nos ilumina no se hace efectiva la palabra de Cristo, si el Espíritu Santo no nos da la fuerza para cumplirla, nunca llegaremos a cumplir el evangelio de Jesús, por eso sin él, el evangelio quedara en letra muerta si el espíritu no la vivifica.

Por otra parte el próximo 27 de mayo, celebraremos en nuestro país el día de la madre boliviana es bueno recordar que la madre juega un rol muy importante en nuestro pueblo, ella es el pilar fundamental del hogar, ya que en la mayoría de las familias bolivianas decimos lamentablemente, se caracteriza por la ausencia del padre, en la mayoría de los casos la manutención y crianza de los hijos está a cargo de la madre, a cargo de la mujer, es bueno recordar que en este empeño son las mujeres que necesitan un trabajo también, que les permita mantener a sus familias y a la vez ocuparse de la crianza de sus hijos. Saludamos a todas aquellas madres sacrificadas, Dios bendiga y proteja a todas ellas que hacen esa doble función, madre y padre a la vez, en la educación y en el mantenimiento del hogar, un llamado a que todos los hijos que sepan reconocer no solo el 27 de mayo, el gran amor de ellas, sino siempre, por eso felicidades a todas las mamás en nuestra ciudad y en toda nuestra amada Bolivia.

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