Evangelio del Día: El Espíritu de la verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de mí
Prensa CEB 23.05.22. Compartimos la reflexión del Evangelio del Día, a cargo de Mons. Adolfo Bittschi, Obispo Responsable de Misiones de la Conferencia Episcopal Boliviana, hoy en la 6ta semana de Pascua proclamamos el Evangelio según San Juan 15, 26 – 16, 4.
A continuación la reflexión:
EL ESPÍRITU DE LA VERDAD QUE PROCEDE DEL PADRE, ÉL DARÁ TESTIMONIO DE MÍ
Queridos hermanos, en el Evangelio de hoy escuchamos que el Señor Jesús anuncia por tercera vez la venida del Espíritu Santo, el PARÁCLITO, el Defensor, el Consolador. Él es el Espíritu de la Verdad que les enviará Cristo desde el Padre y quien dará testimonio de Jesús y dará fuerza a los discípulos para que ellos también puedan testimoniar de Jesús en medio de las persecuciones. Así en medio del mundo que les odia estará presente el amor de Dios.
Así Dios muestra que Él es más fuerte que los hombres, por eso sus hijos, los cristianos, como levadura levantarán el testimonio de Cristo Salvador, muerto por nuestros pecados en la Cruz y resucitado para abrir la puerta a la vida eterna para quienes creen en Él.
Los discípulos quedan en el mundo como comunidad unidos entre ellos y con Cristo vivo por el Espíritu Santo. El mundo los odia porque no conoce a Dios pero con la fuerza del Espíritu Santo vencerán todos los obstáculos y convertirán a muchos. La vida de los cristianos y de la Iglesia en este mundo será siempre una lucha dura sin tregua. El Señor les anuncia “esto para que no se escandalicen… cuando son expulsados de las sinagogas y llegará la hora en que cualquiera que les dé muerte pensará que da gloria a Dios”. Vemos en el Evangelio de hoy la importancia del Espíritu Santo en la Iglesia naciente. Es Él que dio fuerza, entendimiento y la PARRESÍA, es decir el valor de hablar abiertamente de Cristo y del amor del Padre para todos.
Hoy recordamos a San Juan Bautista de Rossi, Presbítero en Génova, que se preocupó por los pobres, nació en el año 1698, estudió en Roma, fue ordenado sacerdote y se dio cuenta el mucho bien que puede hacer en la confesión. A pesar de su salud precaria sabía confesar a centenares que venían a la parroquia medio abandonada y la llenaron con vida cristiana.
En dos semanas celebraremos la solemnidad de PENTECOSTES. Les invito invocar al Espíritu Santo cada mañana al iniciar nuestro día, la oración y el trabajo con su luz y su entusiasmo. Digamos: “Ven, Espíritu Santo, llena nuestros corazones y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y todo será creado y renovarás la faz de la tierra”.
Meditemos los misterios de nuestra fe en el Santo Rosario en este mes de la VIRGEN pidiendo la conversión de nosotros, de todos los pecadores, y de Rusia, oremos por Ucrania, que sigue sufriendo esta agresión brutal, que termine la otra guerra silenciosa contra los inocentes en el aborto; que acabe la pandemia, todas las enfermedades corporales y espirituales, y todo mal. El Papa Francisco nos pide orar al Espíritu Santo por el proceso del SÍNODO y en este mes por la fe de los jóvenes, que descubran en María el estilo de ESCUCHA, y pueden discernir de su vocación y se dedican al servicio.
El Evangelio es alegría. ¡Anúncialo! La Bendición de Dios, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, les acompañe hoy y siempre. El Señor ha resucitado. Aleluya.
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