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Corre riesgo la vida de indígenas que viven alrededor de los ríos de Beni por elevada concentración de mercurio en sus organismos

Prensa CEB 13.09.2022.- De acuerdo con estudios se constató que los organismos de las poblaciones indígenas de la región de los ríos Beni, Tuichi y Quiquibey tienen un nivel elevado de concentraciones de mercurio, por lo que sus vidas están en riesgo, fue una de las advertencias que hizo el ‘Segundo foro sobre minería del oro en la amazonia boliviana’, organizado por la Pastoral Social Caritas Reyes (PSCR), que se realizó el 9 y 10 de septiembre en la ciudad de Rurrenabaque y contó con la participación de especialistas nacionales y del Perú, instituciones que trabajan la temática y comunarios indígenas mosetenes y chimanes.

Asimismo, se afirmó que la explotación minera del oro, particularmente la cooperativa, provocó desmontes que alteran el medio ambiente y que el mercurio contamina ríos, aire y tierra con efectos devastadores para la salud humana y de los animales.  

Ante esta situación, entre las conclusiones que emanaron del foro están el rechazo a la minería en todas sus formas y la eliminación de la importación de mercurio por el daño que provoca al medio ambiente y la salud.

El documento emanado de este encuentro, que cuenta con 10 conclusiones, destaca en sus partes más importantes que “la Amazonia boliviana es una región llena de vida, donde habitan actualmente 29 pueblos indígenas, además de miles de especies de plantas, animales vertebrados, aves y especies de peces, reptiles, anfibios, entre otros, que lo hacen una riqueza invaluable para el mundo”.

Consecuencias sociales

Entre las consecuencias sociales que provoca la explotación del oro en la región se destacó la división entre las comunidades, la migración y la pérdida de la cultura, lo cual se constituye en una violación a los derechos de los pueblos indígenas, tales como a la vida, salud y alimentación, establecidos en la Constitución Política del Estado.

Es así que tras un intenso análisis y debate se planteó que el Estado debe responsabilizarse por los efectos ocasionados a las personas a través de una compensación económica y social proporcional a los daños ocasionados por el uso de mercurio y otros elementos químicos; exhortar al pueblo boliviano y la comunidad internacional a trabajar por la unidad y defensa integral de la Casa Común; exigir a los gobiernos departamentales y municipales que tomen acciones para que las empresas cooperativas mineras se responsabilicen por el estudio y monitoreo permanente de la contaminación de los ríos, flora y fauna, además de la pérdida de capacidad productiva en los suelos y la vulneración de derechos fundamentales.

Por otra parte, se planteó socializar los efectos de la actividad minera con miras a la concienciación de la población, socializar la justicia indígena originaria y campesina entre los pueblos indígenas para fortalecerla y que se constituya en una herramienta importante para la lucha de las comunidades y el ejercicio y defensa en distintos ámbitos de la justicia; trabajar en nuevas formas de lograr ingresos y una mejor vida, tales como las experiencias de los sistemas agroforestales, el ecoturismo, producción orgánica y otros; un procedimientos propios de forma autónoma; y rechazar toda concesión minera en las áreas protegidas y territorios indígenas originarios.

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