14
Oct

Mons. Coter (Ceama): “Empecemos desde abajo. Detrás del rito hay una visión de Iglesia y de cultura”

(Traducido del italiano al español del SIR-Servizio Informazione Religiosa)

Prensa CEB 14.10.2022.- «La fe debe encarnarse», debe injertarse en una cultura, explica así monseñor Eugenio Coter, de Bérgamo, obispo del vicariato apostólico de Pando en el territorio amazónico de Bolivia, en la frontera con Perú y con Brasil. Y es precisamente de la vida de las Iglesias en la Amazonía, de su experiencia, que pudo nacer el «rito amazónico», a través de una larga gestación, cuyo establecimiento se ha convertido en una hipótesis concreta.

Monseñor Coter, activo desde hace años primero en la Red Eclesial Panamazónica (Repam) y luego en la Ceama (Conferencia Eclesial de la Amazonía), es uno de los protagonistas de este proceso. Al obispo italiano, que vive desde hace muchos años en América del Sur, se le encargó coordinar el Núcleo para el rito amazónico, comisión encargada de formular una hipótesis sobre esta importante y posible novedad.

Primera reunión en el Vaticano y fase de estudio. Una delegación de Ceama presentó recientemente en el Vaticano una primera propuesta para la institución del rito amazónico.

El encuentro tuvo lugar en el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en presencia del prefecto del Dicasterio, cardenal Arthur Roche; del secretario, monseñor Vittorio Francesco Viola, y del subsecretario, monseñor Aurelio García Macías.

En nombre de Ceama, su presidente, cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo (Perú); su secretario ejecutivo, el padre Alfredo Ferro, y monseñor Coter, precisamente.

El núcleo coordinado por el vicario apostólico de Pando, con la colaboración del teólogo brasileño y consultor teológico de la Celam, Agenor Brighenti, está integrado por 16 miembros elegidos según diferentes criterios de representativida, y se divide en cuatro subcomisiones que corresponden a cuatro áreas diferentes: antropológico-sociológico y espiritual, histórico-cultural, teológico-eclesiológico y ritual-jurídico.

Lo que se busca, a través de este núcleo, explica su coordinador, es «estudiar las ‘tradiciones, usos y tradiciones’ de los pueblos de la región amazónica, así como las posibilidades, condiciones e implicaciones de un rito amazónico, con miras a la elaboración de una propuesta que lleve a las iglesias locales a vivir y celebrar su fe, según sus expresiones originales”.

En los últimos meses, el núcleo realizó encuentros de estudio sobre los ritos en la Iglesia y sobre la realidad socio-cultural-religiosa de la Amazonía, tratando de identificar matrices subyacentes comunes. “Durante este tiempo se han identificado algunos desafíos, partiendo de la necesidad de la inculturación en la interculturalidad, con la división de tareas de cada subcomisión y la constitución de un grupo de síntesis y redacción”.

Una cuestión preliminar es la de la noción misma de «cultura amazónica».

“En realidad —continúa el obispo—, el territorio amazónico se caracteriza por una gran variedad de etnias, culturas (unas 400), lenguas (unas 250).

Es fundamental encontrar un mínimo común denominador, una suerte de trama que pueda prever alguna adaptación dentro de las provincias eclesiásticas”.

Comienza «desde abajo». Como es sabido, dentro de la Iglesia existe una considerable variedad de ritos, la mayoría de los cuales datan de los primeros siglos del cristianismo. Recientemente, en 2020, se aprobó el “rito zairense” del Misal Romano, el primero en ser aprobado después del Concilio Vaticano II. En el prefacio de ese texto, el mismo papa Francisco se refirió a la exhortación apostólica “Querida Amazonia” y habló de un “camino prometedor”, precisamente en dirección a un rito amazónico. Previamente, durante el Sínodo sobre la Amazonía en 2019, el tema había sido tratado en muchas intervenciones. “Cuando el anuncio del Evangelio llega a una cultura, se incultura a través de aquellas formas más coherentes para expresar el misterio”, dijo a la prensa monseñor Rino Fisichella durante el Sínodo. Y luego añadió: “Crear el rito equivale a redescubrir un elemento básico, un denominador común que permite a los pueblos indígenas celebrar la liturgia y por ende los sacramentos.

Pero también, y esto es importante, establecerse dentro de una realidad, como la del Amazonas, con su propia espiritualidad, con su propia reflexión teológica y ¿por qué no? – incluso con una disciplina propia, por lo tanto con una estructura de vida comunitaria que se vuelve propia de ese territorio”.

En definitiva, los temas sobre la mesa son variados y complejos. El mismo rito zaireño, señala Mons. Coter, «es sobre todo una adaptación del rito latino, una especie de ‘africanización’.

Estamos tratando de proceder de otra manera, desde abajo, desde la vida, desde las fiestas que se viven en la Amazonía, desde una religiosidad popular vivida, desde la experiencia de vida. Detrás del rito hay una visión de Iglesia y de cultura”.

Un camino en línea con la experiencia que las Iglesias amazónicas vienen viviendo en los últimos años. Pero necesariamente largo. “Planeamos terminar nuestro trabajo hacia fines de 2024”. Veremos si solo se cambia el rito, o si, como se desprende del debate sinodal, y desde el mismo núcleo, el enfoque multidisciplinar, se afecta también la disciplina de los sacramentos, los ministerios, el derecho canónico.

La ministerialidad de la mujer.

Seguramente, un tema distinto al del rito pero aún conectado, ese es el estatuto de los ministros ordenados, la posibilidad de que, en la peculiar situación de las Iglesias amazónicas, con comunidades pequeñas, grandes distancias que recorrer y escasez de sacerdotes, no Para ser analizados, son ordenados hombres maduros ya casados, los llamados ‘viri probati’. Confirma Mons. Coter: “El Papa fue claro en el tema del sacerdocio casado.

Por otro lado, es importante para nosotros una reflexión sobre los ministerios dentro del rito, con la necesidad, en particular, de reconocer la ministerialidad innata de las mujeres también en el rito. Ya existe una dimensión que se siente particularmente en el contexto amazónico.

El Papa ya nos ha indicado que en esta dimensión, la reflexión debe detenerse en la mariología y los textos paulinos. La relación entre la Eucaristía y el ministerio ordenado no es un punto de partida, mientras que es importante desarrollar la reflexión sobre los sacramentos como ayuda a la fe cristiana y al encuentro de la comunidad con el Señor”.

Después de esta reunión inicial en el Vaticano, el trabajo continuará. El arzobispo Coter afirma: “Fuimos bien recibidos, el Dicasterio nos agradeció y nos dio total disponibilidad y apertura. Es cuestión de avanzar juntos”.

Fuente: Bruno Desidera, periodista de La Vida del Pueblo

Author