“La humildad en el servicio”, Mons. Huaygua fue ordenado obispo en un día de gracia para la Diócesis de Coroico
Prensa CEB 31.01.2023.- En la Catedral de San Pedro y San Pablo de la Diócesis de Coroico Mons. Juan Carlos Huaygua, recibió este martes 31 de enero, la Ordenación Episcopal; en un día de fiesta al que acompañaron obispos, sacerdotes, religiosas, laicos comprometidos, familiares, amigos y pueblo coroiqueño con espíritu de alegría y gratitud.
Humildad, en el ejercicio cotidiano de servicio
“Querido Mons. Juan Carlos, tu escudo episcopal además de contener elementos que sintetizan tu existencia como hombre y religioso, lleva un lema que desde hoy va ser el programa de tu vida como sucesor de los apóstoles y aún más visiblemente como obispo y pastor de esta diócesis de Coroico. Humildad en el ejercicio cotidiano de tu servicio, en la fe, en la caridad, y en cada necesidad que este a tu alcance a la grey que se te ha confiado; has escogido tú este programa de vida, tienes que ser fiel a tus mismos propósitos, a lo que en estos días de gracia especial alberga en tu corazón, servir y trabajar con humildad, significa tener que privilegiar siempre el bien que puedes hacer a los demás, sin hacer cálculos sobre cuanto tus acciones te beneficiarán, los honores y gratitud que recibirás por tus buenas obras, no tendrás que avergonzarte de ellos o minimizarlos porque el trabajador tiene derecho a su recompensa, solo deberán ser para ti un empuje a hacer mejor tu trabajo, consciente que es la gracia de Dios que está en ti”, le exhortó Mons. Mons. Ángelo Accattino, Nuncio Apostólico en Bolivia al nuevo pastor.
En la oportunidad también le dijo que “humildad” no significa andar por el mundo cabizbajos dejándose pisotear con los demás, pues como ser humano, consagrado al Señor y como obispo se le ha entregado una dignidad, que debe saber custodiar, “porque quien tiene responsabilidad sobre los demás, tiene la obligación de tenerla cuidadosamente sobre sí mismo, para no desperdiciar los dones y talentos con los que Dios ha enriquecido su vida, humildad significa tener bien claro quiénes somos y cuál es la tarea que hemos sido llamados a desempeñar tanto en el mundo como en la Iglesia”, sostuvo.
Mons. Accattino también recordó que como una señal divina el mismo santo padre Francisco en la bula que envía nombrando al obispo de Coroico, le insiste en el mismo tema cuando le exhorta con especial predilección a que por intercesión de la Virgen y de los santos, como padre bueno, gobierne y custodie esmeradamente la grey del Señor, “ la tarea que te encarga el sucesor de Pedro es que bajo tu guía todo el pueblo fiel cumpla la voluntad de Cristo en la vida de todos los días, no de fachada o por interés, sino haciendo de Dios revelado en su Hijo Redentor, el inspirador de cada acción y decisión, aunque sabiendo que la perfección no es de este mundo”, manifestó.
Al pueblo de Coroico animen y acompañen a Mons. Juan Carlos
El Nuncio Apostólico de Bolivia les dijo a los fieles de Coroico, diáconos, religiosas, seminaristas, fieles, laicos, que sean hijos dóciles y acompañen a su obispo: “Todos ustedes en comunión de corazones ámense los unos a los otros, como escuchamos en la Palabra, en una experiencia de proximidad, fraternidad y solidaridad, colaboren con su pastor en seguir edificando la Iglesia en Coroico para que Cristo que es camino, verdad y vida, sea conocido y amado para que Cristo bajado del cielo, alimente y fortifique en la fe en cada uno de los miembros de esta Iglesia coroiqueña”.
Así también resaltó que con la llegada de Mons. Juan Carlos “llegará el carisma dominicano que se basa esencialmente en la predicación como fruto de la contemplación, es decir que en Coroico no tendrán solo un buen pastor, sino un maestro en la fe, Mons. Juan como buen dominico y sacerdote, sabe que la predicación debe tener como única finalidad el crecimiento espiritual de los oyentes” resaltó.
Más de 30 años como pastor entregado a la diócesis, gracias por tu valiosa misión Mons. Juan Vargas
Mons. Accattino a nombre de su santidad el Papa Francisco también agradeció el servicio y misión de Mons. Juan Vargas, ahora obispo emérito de esta Iglesia local, quien a su vez al iniciar la ordenación episcopal de su hermano sucesor agradeció a todos quienes le colaboraron en este camino por esta diócesis.
“Quiero agradecer a las autoridades locales y a los alcaldes anteriores que nos han permitido trabajar en coordinación, creo que nosotros hemos cumplido con lo que el santo padre dice en lo social, en lo cultural, en lo religioso y también en lo teológico, todo ha sido enmarcado en el cuidado del medio ambiente, así por ejemplo proyectos como el de cuencas. Quiero agradecerles a todos hermanos y hermanas, porque ustedes nos han ayudado durante todos estos años a servir, porque nosotros estamos para servir al pueblo de Dios, gracias a todos mis colaboradores, gracias de todo corazón y sigan también apoyando al nuevo obispo”, manifestó Mons. Juan Vargas.
Mons. Huaygua: “La humildad en el servicio”
“La misión que se me encomienda supera mis propias fuerzas y capacidades, pero no las de Dios que me llamó, Él sabrá fortalecerme”, dijo Mons. Juan Carlos Huaygua O.P. al iniciar su nuevo ministerio agradeció al Papa Francisco, por la confianza depositada en su persona, al Nuncio Apostólico, por conferirle este ministerio, a sus hermanos obispos que le acompañan, a la Orden de Predicadores, a las parroquias en las que ha podido servir, y a todos quienes se alegran y le apoyan en este nueva misión; y de manera especial agradeció a su familia y a su mamá que partió a la casa del Padre hace algunos años, y a quien considera es su fortaleza.
“La vocación del obispo es un don de Dios, espero llegar a cumplir con mi misión de obispo y llegar a ofrecer luz a todas las realidades que hay que afrontar, sé que debo trabajar mucho para buscar cada día ser más fiel a Cristo y a su Iglesia, para poder ofrecer lo mejor y más digno para esta Iglesia que se lo merece”, dijo el nuevo obispo de la Diócesis de Coroico al finalizar la celebración, pidiendo a Dios que le conceda humildad y hacer siempre la voluntad de Dios en bien del pueblo que le confía.
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