Monseñor Coter: Solidaridad de los bolivianos con los hermanos de Pando, es fundamental, “para las ollas comunes” de su subsistencia
Prensa CEB 1.3.2024.- “La solidaridad de los bolivianos para con los hermanos de Pando es fundamental, porque en estos casos, con la emergencia que existe se debe responder a sus necesidades y esto se hace con el desprendimiento de las personas, todo lo que se pueda aportar 20 o 30 bolivianos, es algo que permite comprar cinco kilos de arroz, dos kilos de azúcar, para las ollas comunes habilitadas en los campamentos, que alberga a las personas afectadas y damnificadas…”, exhortó Monseñor Eugenio Coter, Obispo del Vicariato Apostólico de Pando y Administrador Apostólico de Reyes.
Estos aportes pueden ser depositados a nombre del Vicariato Apostólico de Pando a la cuenta del Banco Mercantil de Bolivia Nro. 4010678436, en moneda nacional, indicando Ayuda a los Inundados.
Enfatizó Monseñor que es importante la cooperación en estos momentos, porque la gente necesita ayuda para su supervivencia, no sólo se encuentran en los campamentos, coliseos, parroquias, sino que se encuentran hospedadas en casas particulares.
“La gente que trabajaba en el chaco, talleres, no puede trabajar ahora, porque todo esta inundado, no hay energía eléctrica en estos barrios por seguridad, algunos pozos de agua están contaminados, y hay que ayudarles para subsistir en estos campamentos, y después requerirán ayuda para recuperar sus viviendas…”
¡Gracias! a los que empezaron con la ayuda, “por su generosidad”, para poder paliar la situación de la gente afectada, manifestó.
Pando declarada zona de desastre
“Según las proyecciones, estos desastres podían suceder en décadas, el cambio climático muestra que todo está cambiando, la inundación del 2012 fue más leve, la del 2015 fue significativa, y ahora esta, del 2024 fue más fuerte e inesperada”, señaló por otra parte Monseñor.
Transmitió que la gente “desesperada” logró salir de sus casas, pero no pudo rescatar sus bienes, porque las casas estaban completamente tapadas por el río, por sus aguas caudalosas.
Debido a la fatal inundación, se declaró a Pando como zona de desastre, se informó que son 16 barrios y más de 900 familias las afectadas.
Según Monseñor Coter, es importante pensar en franjas de seguridad, en la parte baja del río Acre. “Ciertas partes de Cobija tal vez ya no serán habitables y se tendrá que pensar en reubicarlas de manera sistemática”, añadió.
¡Gracias a Dios!, como dice en el Salmo 18, “me salvó de las aguas caudalosas”
En la tarea de colaborar y ayudar a los afectados como Iglesia, Monseñor Coter sufrió un accidente fluvial, tras volcarse en una canoa.
“Estábamos haciendo una evaluación, una supervisión de la zona de desastre, viendo también a la gente, que estaban en sus casas, para ver sus necesidades, en cuanto a víveres… El accidente ocurrió en la etapa de salida, entramos a una calle, donde el río era caudaloso, tenía fuerza de arrastre y debajo del agua había cables de luz, que se habían caído, y enredaron la parte delantera de la canoa, y la fuerza de la corriente la hizo volcar…, y suerte que todos sabíamos nadar…”, relató el accidente.
Logró trepar a una barda con ayuda de algunos jóvenes y salir, y el Padre Elías Siripi y el motorista que se encontraban con él, fueron empujados a un árbol donde fueron rescatados. “Dios nos dio una mano”.
Texto: Esther Rojas – Prensa CEB