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Monseñor Pesoa: Frente a la inestabilidad económica y social en el país, es tiempo de apostar por una cultura de encuentro fraterno y de integración, en unidad y soluciones consensuadas

Prensa CEB 7.4.2024.-Monseñor Aurelio Pesoa, Vicario Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, en la eucaristía de hoy celebrada en la Catedral Santísima Trinidad, transmitió que en el país se vive una polarización política, que divide a los bolivianos y provoca inestabilidad económica y social, por lo que es necesario un encuentro fraterno y de integración, en unidad y soluciones consensuadas. 

“Es bueno, darnos cuenta que las llagas del cuerpo de Jesús, no desaparecen, es decir: Las llagas de Jesús no desaparecen con la resurrección, vemos la señal de los crucificados de hoy en el mundo y en nuestro país… En estos días en nuestro país, se suma por una creciente polarización política que provoca divisiones e inestabilidad económica y social, y se desgastan nuestras energías en confrontaciones que paralizan la construcción de un proyecto común de país que, apuesta por la paz, y el progreso”, reflexionó en la homilía.

“Responde a intereses particulares, que en vez de servir, se sirven del pueblo, ignorando las necesidades reales de la población cada vez más desamparada y golpeada por la falta de trabajo, justicia, salud y pobreza que crece…Es tiempo de apostar por una cultura de encuentro fraterno y de integración, nuestra diversidad cultural no puede ser motivo de confrontación, sino una fortaleza y plataforma para caminar hacia la unidad y encontrar soluciones consensuadas a los problemas comunes, tenemos que responder con espíritu de justicia y de solidaridad…”, continuó.

Se refirió al Evangelio de hoy que relata la aparición de Jesús resucitado a sus discípulos, ellos fueron los primeros testigos no de una ilusión o visión. “Él invita a sus discípulos a constatar con la vista y el tacto que es Jesús mismo el que fue crucificado y ahora es el resucitado”, dijo.

Señaló que Jesús resucitado hace superar el “miedo” y el “encierro” de los discípulos. El evangelio subraya que la presencia de Jesús es real, pero distinta a la de antes y que este Jesús es el crucificado: les mostró sus manos y su costado.

“Se narra que los creyentes de las primeras comunidades cristinas vivían muy unidos en la fe y en las obras, los necesitados eran atendidos, los pobres fueron los preferidos del Maestro…cuánto nos hemos alejado de la Palabra de Dios, vivimos en un mundo egoísta y mercantil en donde se busca aprovecharse de la necesidad del prójimo…Por eso debemos aspirar a ser una comunidad de fe, congregada y constituida en asamblea por la acción de la Palabra que anuncia a Cristo…la Palabra debe ser vivida en la comunidad para lo cual ella misma se va alimentando, este alimentarse de la Palabra, la llevará al ejercicio de la caridad y la vida interior”, compartió.

Indicó que el actuar del creyente deber ser el de compartir con los necesitados, debe ser su aspiración, el ejemplo de las primeras comunidades cristianas, es la comunidad de fe y amor.

“Asimismo…Jesús se hace presente en medio de ellos, y les saluda diciéndoles: La paz esté con ustedes. La paz que debe cultivarse durante toda la vida…: vivir unidos es aceptarse, amar es lo Esencial del evangelio de Jesús y la señal del verdadero discípulo”, señaló.

“Al anochecer, cuando todos estaban reunidos para la fracción del pan tiene lugar el encuentro con Jesús resucitado, nunca debe olvidarse que la eucaristía es la fuente y cumbre de la vida comunitaria. También la vida cristiana estaría incompleta si faltara la misión, que es la experiencia de vivir la presencia del Cristo resucitado y no es otra cosa que el anuncio de a salvación de Dios y el perdón de los pecados…El Señor promete el envío del Espíritu Santo …que será dado no solo a los discípulos sino a toda la Iglesia en el tiempo”.

“Es una gran responsabilidad de cada creyente bautizado y su comunidad dar testimonio concreto de la Resurrección del Señor y por medio de las obras de caridad”, concluyó.

Mons. Aurelio Pesoa

Texto: Esther Rojas – Periodista CEB

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