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Mons. Giovani Arana regala una Carta Pastoral a la Diócesis de El Alto en su 30 aniversario

Prensa CEB 27.06.24.- El 25 de junio de 2024, la Diócesis de El Alto conmemoró su 30 aniversario, marcado por una Carta Pastoral dirigida a sacerdotes, miembros de la vida consagrada y fieles laicos. Bajo la iluminación de la cita bíblica de Filipenses 1,3: “Cada vez que me acuerdo de ustedes, doy gracias a Dios”, el Obispo de la Diócesis, Mons. Giovani Arana, expresa gratitud, esperanza y delinea los desafíos futuros.

La Carta Pastoral contiene 15 subtítulos en los que el Obispo destaca el crecimiento de la Diócesis desde su creación, el 25 de junio de 1994, y agradece la labor de obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos en la evangelización y la construcción de la comunidad eclesial.

Además, subraya los retos que se presentan en este tiempo y en esta realidad concreta, en la que resalta el avance tecnológico, el cambio climático y las situaciones de dolor y desigualdad. El Mons. Arana también se refiere a la realidad nacional, que sufre las consecuencias del cambio climático con sequias e inundaciones; la afectación a los pueblos indígenas por la contaminación del agua, la devastación de sus bosques; la situación de violencia, la incertidumbre económica, el incremento de la polarización y el enfrentamiento por regiones geográficas.

La Carta Pastoral invita a mirar el futuro con esperanza y renovado ardor evangelizador. Remarca el valor del proceso sinodal que vive la Iglesia Universal, la misión, la formación de nuevos ministerios y la atención a las necesidades sociales.

La autoridad eclesial subraya los desafíos pastorales, llamando a una evangelización dinámica que responda a las necesidades de la gente: “Una evangelización que sea significativa en la vida de las personas, anunciando la Palabra de Dios a todos, redescubriendo la riqueza cultural de nuestros pueblos, revalorizando y reconociendo el trabajo realizado por nuestros adultos, dando mayor protagonismo a los jóvenes y abriendo espacios para la participación de la mujer, no solo en ámbitos de animación pastoral, sino también en espacios de deliberación”.

“Debemos conseguir que nuestra labor solidaria en el campo de la salud, educación y promoción humana tenga la incidencia necesaria en la vida de las personas, que nuestra labor social dignifique al hermano, no queremos crear eternas dependencias”, señala la carta, donde se desafía a fortalecer la comunidad desde el acompañamiento a las familia, la promoción y acciones por cuidado de la creación. Y también, una Iglesia promotora de ambientes sanos y seguros que trabaje por una cultura del buen trato.

En los últimos subtítulos, el Obispo invita a trabajar la dimensión comunitaria, promover una espiritualidad de la comunión y saber que todos asumimos responsabilidad en el proceso evangelizador. Recuerda que “no podemos comprender el caminar de nuestra Diocesana sin la maternal presencia de nuestra Madre la Virgen María, venerada bajo la advocación de “Mamita de Copacabana”, a ella nos encomendamos y le pedimos que desde su Santuario continúe intercediendo por nosotros”.

El Mons. Arana manifiesta su deseo poque la celebración de los 30 años de la Diócesis signifique reavivar el compromiso por continuar construyendo una Iglesia con “rostro propio”, “capaz de caminar con la gente animando su fe, para que juntos asumamos nuestro compromiso de ser Iglesia sinodal en misión”.

La carta concluye con la bendición de Dios y con el anuncio de la celebración del II Sínodo Diocesano de El Alto, el año 2026.

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