01
Jul

Mons. Eugenio Coter: “Seguir a Jesús es abrirse a la lógica de la vida”

Prensa CEB 01.07.24.- Desde la Catedral Nuestra Señora del Carmen, en Riberalta, el Mons. Eugenio Coter, Obispo del Vicariato Apostólico de Pando, ofreció una reflexión sobre el Evangelio de Marcos, invitando a los fieles a leer entre líneas y a descubrir el mensaje oculto en los relatos que buscan “guiarnos en el camino del discípulo que sigue a Jesús”.

El Mons. Coter subrayó las dos realidades impuras que se presentan en el evangelio: la mujer con hemorragia y la hija de Jairo, una niña muy enferma, a punto de considerarla muerta. El Obispo explicó que, en Israel, tocar a una persona muerta o a una mujer impura significaba quedar excluido de los ritos religiosos, sin embargo, Jesús no solo permite que estas personas lo toquen, sino que se deja tocar por ellas y “el discípulo que sigue a Jesús es llamado a entrar en esta lógica de la vida”.

Al final del relato, Jesús resucita a la niña y ordena que le den de comer, el Mons. Coter ve en esto un llamado a los padres y a todos los adultos: “Demos de comer a nuestros niños”, dijo con la esperanza de que no solo se les dé “marraquetas”, sino que es un desafío para aprender de Jesús a dar lo que hace vivir de verdad: “Seguir a Jesús es abrirse a esta lógica de vida, hay situaciones difíciles claramente, pero denle de comer, porque esta persona tiene la capacidad de enfrentar la vida con Jesús a su lado”.

“El mundo de los adultos tiene el desafío de dar de comer a la juventud lo que vale, no las porquerías, no el alcohol, no la corrupción, no la maldad, no los escenarios para manipular”, señaló el Obispo, y añadió: “Démosle lo que vale si queremos que nuestra juventud sea capaz de vida, sea capaz de construir la vida, sea capaz de llevar la vida ahí donde queda la muerte”.

La autoridad eclesial concluyó con el desafío a los fieles a vivir una vida plena: “Pidamos al Señor que de verdad sepamos seguirlo como los tres discípulos y sepamos no tener miedo de jugarnos en la vida tocando su manta, y dejándonos tomar de la mano todos nosotros, en toda situación que vivimos, y que a veces pensamos que no puede cambiar, el Señor nos dice: Talita Cumi, Yo te digo, ¡levántate!”.

Author