Monseñor Galván: «Está en nuestras manos construir personas lindas y familias en paz, ser una iglesia testimonio»
Prensa CEB 30.9.2024.- El arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz, Mons. Percy Galván, basó su homilía del domingo pasado en 4 temas puntuales; el primero, la mezquindad; el segundo, solidaridad con los agentes de pastoral; tercero, el desprestigio, y finalmente solicitó “cortar” con todo aquello que hace daño.
Desde la Catedral Metropolitana Nuestra Señora de La Paz, el monseñor Percy rompe los protocolos para dar su homilía a la altura de sus feligreses y apoyado tomando en unas figurillas como: San Francisco de Asis, Santa Teresa de Calcuta, la Virgen María y un crucifijo.
Comenzó su reflexión hablando de la mezquindad, manifestando que los más importante es el amor en Cristo.
“Qué lindo que mi hermana y que mi hermana cante, qué lindo que mi hermano lea la lectura, qué lindo que mi hermano limpie el templo, qué hermoso que el otro hermano se dedique a la pastoral social, qué bello. Lo que importa es que el amor de Cristo se muestre a los demás, por eso está la imagen del Señor”, señaló.
Agregó que todo lo que quiere el Señor está escrito en su palabra la misma que se resume en los 10 mandamientos y en una palabra que es el AMOR, “y mientras yo pueda dar el amor de Cristo a los demás, adelante”, dijo Mons. Percy.
El arzobispo de La Paz, exhortó a los feligreses señalando que, si se eligió a la Iglesia Católica, es por su historia y porque vienen de Jesús, y los apóstoles, solicitando así respeto por las otras iglesias cristianas, describiendo en un ejemplo lo que es la mezquindad.
“Queridos hermanos, por favor, nada de mezquindades, nada de apropiarse los ministerios miren lo que me ha pasado una vez en una parroquia de la Paz, cuando he ido a posicionar al nuevo párroco, los músicos han dicho, no estamos de acuerdo con este nuevo párroco, por lo tanto, nos vamos a ir. Ustedes son libres, pueden irse, pero nos vamos a llevar los instrumentos. Miren, queridos hermanos, no, no, esas mezquindades, ese servicio no es cristiano, ese servicio no es de Dios, ese servicio no es de fe”, contó.
Asimismo solicitó, no hacer daño a los agentes de pastoral sino más bien ser solidarios con ellos, “cada día queremos que sea un pasito hacia la santidad. Entonces, queridos hermanos, tengan esta paciencia y esta comprensión para con sus agentes de pastoral”.
El arzobispo solicitó que, si existe algún reclamo de un agente de pastoral, no acudir primero al desprestigio, no acusarlo, ni difamarlo, sino que primero se debe uno cerciorar y conversarlo con el inmediato superior.
“Yo lo dejo como reflexionar y dice más bien démosles un vaso de agua a esos agentes para que sean más bonitos, más cariñosos”, y si queremos ayudar y corregir a nuestros hermanos, hablemos con ellos o hablemos con sus autoridades. Yo les estoy diciendo, hablen conmigo una palabrita, lo vamos a ayudar, lo vamos a corregir al hermano”, pidió.
Más adelante el arzobispo exigió más respeto a la imagen de la Virgen María y de los párrocos no permitiendo que en la familia se hagan chistes groseros en contra de ellos.
“¿Las personas que hablan mal de mi párroco, qué están haciendo aquí? Y los ha sacado en nuestro delante Y a veces algunos papás, algunos abuelos, yéndose con sus hijos y nietos de bromas pesadas sobre los hermanos sacerdotes, religiosas por favor, no caigamos tan bajo. Y sobre nadie. Son todos hijos de Dios. Igual son tan agresivos en el campo político”, señaló.
En este marco, solicitó cortar con aquello que no dejan crecer nuestra fe, poniendo como ejemplo la frase de San Francisco de Asís que decía: “Señor, haz que desee poco, y de lo poco que desee, que sea poco”. La autoridad eclesial concluyó su homilía manifestando que está en nuestras manos construir personas lindas, familias en paz, “una iglesia testimonio donde se puede decir caramba, qué lindo es vivir junto a Dios y junto a nuestros hermanos. Que así sea, queridos hermanos”, puntualizó.