La Iglesia de Bolivia rinde homenaje a la memoria del Papa Francisco en emotiva Misa de Exequias
Prensa CEB 26.04.2025. La Conferencia Episcopal Boliviana y la Iglesia Metropolitana de La Paz celebraron este sábado una solemne Eucaristía de Exequias en memoria de Su Santidad el Papa Francisco, recientemente fallecido. La ceremonia, presidida por el Arzobispo de La Paz, Mons. Percy Galván, congregó a autoridades religiosas, obispos, sacerdotes, seminaristas y religiosas, Cuerpo Diplomático y a fieles que se unieron en oración por el eterno descanso del Pontífice.
Durante la homilía, Mons. Galván recordó con cariño y admiración el legado del Papa Francisco, destacando su humildad, alegría, amor por los pobres y su incansable lucha por el cuidado de la «Casa Común».
Mons. Galván invitó a los presentes a reflexionar sobre la figura de San Pedro, destacando las similitudes con las luchas humanas: la fragilidad, la fe vacilante y el arrepentimiento profundo. Recordó que, como Pedro, el Papa Francisco supo reconocer sus límites y confiar plenamente en la misericordia de Dios.
El Arzobispo destacó cuatro enseñanzas principales del Papa:
El Cuidado de la Creación, inspirado en la encíclica Laudato Si’, y la necesidad urgente de proteger los recursos naturales, además mencionó otras publicaciones del Magisterio Papa en torno a este tema como: “Querida Amazonía” y “Laudate Deum”.
La Alegría del Evangelio, exhortando a vivir una fe gozosa y activa, lejos de la tristeza y el resentimiento, reflejando el espíritu profundo y que marcó su magisterio, la Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium”.
La Opción Preferencial por los Pobres, siguiendo el modelo de San Francisco de Asís, abrazando la fraternidad, la solidaridad y la reconciliación, como enseña Fratelli Tutti.
La Devoción Mariana, recordando el amor del Papa a la Virgen María, especialmente bajo la advocación de Santa María la Mayor, donde el Papa solía acudir a orar en momentos clave de su vida.
Finalmente, Mons. Galván animó a todos los presentes a honrar verdaderamente el legado del Papa Francisco viviendo una fe comprometida, alegre y solidaria, y concluyó invocando la protección de la Virgen María sobre la Iglesia y sobre el mundo.
La ceremonia culminó en un ambiente de recogimiento, donde la gratitud por el testimonio de vida del Papa Francisco se unió a la esperanza en la continuidad de su obra en la Iglesia Universal.
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