Mons. Basilio Mamani: “Hoy en medio de tantas crisis, tantas heridas sociales, nuestra comunidad está llamada a ser testigos de la Esperanza”
Lo más grande no es lo que hacemos… sino lo que somos: «hijos e hijas de Dios”
Prensa CEB 06.0.2025 En la Basílica Menor San Francisco en la ciudad de La Paz, la Misa Dominical fue presidida por el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz -Mons. Basilio Mamani, con la participación de la comunidad que se da cita cada domingo para compartir el Banquete de Dios.
“Somos discípulos y misioneros desde nuestro bautismo, no podemos olvidarnos de eso, todos los domingos nos reunimos alrredor del Altar para alimentarnos de la Palabra y del Cuerpo y Sangre del Señor, para volver enviados en misión en nuestra familia, en el trabajo y en todo lugar donde vamos anunciemos a Dios que es Vida”.
Estamos en el Jubileo de Esperanza, un tiempo de gracia y de renovación, un tiempo de esperanza que viene precisamente de Dios, este domingo el Evangelio de Lucas nos muestra una imagen clara lo que significa ser iglesia, Cuerpo de Cristo, Templo del Espíritu Santo, una iglesia siempre en salida, no se detiene, nosotros no escuchamos la Palabra de Dios para quedarnos con ella, sino para compartirla con todos.
La Misión se vive en comunidad y en comunión nos dice el Obispo Auxiliar de La Paz: “Jesús envía a los 72 discípulos de dos en dos con una Misión sencilla pero profunda: “Anunciar que el Reino de Dios está cerca de ustedes”. La misión se vive en comunidad, en comunión, apoyándose uno al otro, en fraternidad para que nadie quede atrás, tenemos que aprender lo que nos enseña Jesús, a veces no queremos entre dos, sino solitos, en otra oportunidad queremos en grupo.
Ante la situación actual que vivimos el Mons. Basilio Mamani nos dice: “Hoy en medio de tantas crisis, tantas heridas sociales, personales, en medio de eta realidad, nuestra comunidad está llamada a ser testigos de la Esperanza, decir al mundo que Dios sigue caminando con nosotros, que sigue haciendo historia. Estamos viviendo situaciones no tan buenas, ahí también tenemos que ser misioneros, en la familia hay heridas, ahí también tenemos que curar, como familia estamos separados, ahí tenemos que hacer nuestra misión”.
“Que María madre de la Esperanza nos acompañe, en este camino de ser discípulos y misioneros de Cristo”.








