Mons. René Leigue: “Estamos con los lamentos del dengue ¿y qué se hace por eso?”
Prensa CEB 07.03.2023.- Desde la Basílica Catedral San Lorenzo Mártir en la ciudad de Santa Cruz, el arzobispo Monseñor René Leigue, hizo un fuerte llamado a las autoridades para unirse en acciones conjuntas que permitan controlar la epidemia de dengue, que sigue sembrando luto en las familias bolivianas: “Las autoridades pareciera que no lo están viendo como un problema serio”, señaló.
“A lo mejor se está haciendo algo, no lo podemos negar, pero falta más todavía, y creo que se puede hacer mucho más”, reiteró la autoridad eclesial ante el problema de salud que vive en mayor cantidad de contagios Santa Cruz.
El Ministerio de Salud y Deportes informó hasta el 5 de marzo, que los casos acumulados de dengue en Bolivia alcanzan a 12.964. El total de fallecidos asciende a 39. El departamento de Santa Cruz es el que mayor cantidad de contagiados presenta 9.571 en total, Beni 1.315 Tarija 1.220 La Paz 373, Pando 90, Chuquisaca 248 y Cochabamba 147.
Homilía de Mons. René Leigue
Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra
Marzo 05 de 2023
“Este es mi hijo amado escúchenlo”
Tengan buen día los presentes, saludar también a todos los que nos siguen por las redes sociales, los medios de comunicación. Ayer he estado también por Santa Rosa del Sara, en Yapacaní también, encontré a mucha gente, saludos también a todos ellos.
Cuaresma, tiempo de oración, tiempo de ayuno, tiempo de limosna.
Estamos en el segundo domingo de Cuaresma, y estamos escuchando estas lecturas con las que el Señor nos va indicando y nos va dando pautas, cómo vivir este tiempo. Ya lo hemos dicho al inicio en la Cuaresma, tiempo de oración, tiempo de ayuno, tiempo de limosna, pero nos va indicando cómo hay que ir haciendo esto para poder ir viviéndolo plenamente.
En Cuaresma el Señor que no quiere el confort de cada uno, sino que lo encontremos a Él.
Hemos escuchado en la primera lectura, donde el Señor invita a Abrahán para que deje su tierra y salga hacia otra tierra, donde el Señor le indica. Esto es parte de este tiempo de Cuaresma, salir, ir más allá, no quedarse quieto, no quedarse en un solo lugar, el Señor parece que no quiere el confort de cada uno, sino que si realmente lo encontramos a Él, entonces no hay que quedarse ahí quieto, para decir ya me encontré con el Señor y con eso me basta, el Señor quiere algo más y eso es lo que le dice a Abrahán, sal de tu tierra, tienes que ir más allá.
En Cuaresma deberíamos transformar nuestra existencia, nuestra manera de vivir.
Eso es parte también de lo que nos habla el Evangelio, la Transfiguración, el cambio, la transformación, eso es más que todo. Este tiempo debería ser un momento también de nosotros de transformar nuestra existencia, nuestra manera de vivir más que todo. Hoy nos estamos quedando muy quietos en algunas cosas conformándonos con algo que hay y que pareciera que esto no tiene más solución. No nos quedemos con eso, qué vamos a hacer, la situación está así, los problemas se presentan de esta manera, qué vamos a hacer o qué puedo hacer.
El Señor nos llama a que no nos quedemos con lamentos, sino que transformemos nuestra existencia.
El Señor nos está llamando a que no nos quedemos solamente con esos lamentos, sino que desde nuestra manera de ser desde nuestra existencia de ese encuentro que tenemos con el Señor, desde ahí tiene que haber una transformación en nosotros. Y eso es lo que hemos escuchado en el Evangelio, Jesús lleva a tres de sus discípulos: Santiago, Juan y Pedro, va con ellos al monte Tabor, al monte más elevado y allí él quiere que sean estos tres discípulos, estas personas que den testimonio de lo que pasó en ese lugar. Y ese lugar en el que Jesús se transfiguro, en presencia de los discípulos, es decir que Jesús estaba en oración y en ese momento cambia su aspecto, los discípulos lo ven de otra manera a Jesús, lo ven resplandeciente como dice aquí el Evangelio, su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.
Esa es la Transfiguración que tuvo Jesús y de alguna manera a eso nos invita a nosotros también, transfigurarnos, cambiar, transformarnos en otras personas, cuanto no quisiéramos que eso suceda.
No esperemos que otros hagan lo que a mí me toca hacer. Nuestra sociedad necesita una transformación, estamos llamados a empezar.
Pero a veces nos quedamos esperando que esto suceda pero que otros lo hagan, nosotros estamos llamados, cada uno, no esperemos que otros empiecen o que otros hagan lo que a mí me toca hacer. El Señor es ambicioso y nos desafía y si esto que pasó con El, es para decir esto también puede suceder en ustedes, es cuestión de que piensen hacer algo diferente, algo mejor. Nuestra sociedad por ejemplo necesita una transformación, necesita de tantos cambios y como ya les he dicho una vez, nos estamos quedando ahí, esperando que alguien empiece, nosotros estamos llamados a eso, transformar algo en la sociedad.
Santa Cruz está muy sucia ¿Por qué no hacer algo? ¿Por qué no empezar a limpiar?
Para empezar con las cosas materiales, nos quejamos ¿tanto que nuestra ciudad aquí en Santa Cruz está muy sucia, ¿por qué no hacer algo? ¿Por qué no empezar a limpiar?, eso es transformar y eso es cambiar y eso es dar otro aspecto, a eso nos llama el Señor, que de verdad se note en nosotros algo diferente, como personas de fe, como personas creyentes, como personas católicas, como personas que creemos en este Dios, el Dios de la vida, el Dios que nos quiere, el Dios que nos ama. Entonces por ese amor a Él hagamos algo diferente, el Señor nos invita en este tiempo de Cuaresma a eso, que podamos transformar las cosas que vemos que no están bien en notros, para empezar y después en los demás. Cuanto no quisiéramos que esto se transforme en algo diferente, en algo nuevo, en algo mejor.
Estamos con los lamentos del dengue ¿y qué se hace por eso? Las autoridades pareciera que no lo están viendo como un problema serio
Estamos todavía en estos días con los lamentos de esta enfermedad del DENGUE. Y ¿qué se hace por eso? ¿Qué se está haciendo? Las personas, las autoridades llamadas a hacer algo, pareciera que no lo están viendo, así como un problema serio, como un problema grave. Y sin embargo los niños siguen sufriendo, siguen muriendo. Las familias siguen preocupadas, personas mayores también están sufriendo y también están perdiendo la vida.
Las autoridades han tenido la oportunidad de sentarse para organizar pero parece que no han sacado nada
Ayer estaba en Santa Rosa por ejemplo para dar el último adiós a un sacerdote de Cotoca que ha muerto, también se lo ha llevado esta enfermedad DENGUE. O sea que seguimos con este problema, pero ¿qué se está haciendo? Será que las autoridades no ven esta realidad que vivimos, han tenido la oportunidad de sentarse para poder evaluar, para poder organizar, pero parece que no han sacado nada.
Nos falta la capacidad de mirar nuestra realidad. En la salud no se debería mira a quien hacer el bien y a quién no
Esto es lo que nos falta, la capacidad de poder mirar nuestra realidad, ser sensible ante esta realidad que vivimos, son personas humanas las que están sufriendo, en este caso la salud no se debería mirar a quién hacer el bien y a quien no, con quién trabajar y con quién no. No se debería ver esto, se debe trabajar por todos, porque todos necesitamos estar bien, todos necesitamos estar bien de salud, pero esto no se está dando.
Que de verdad se trabaje en serio para que podamos todos, sentir que si estamos luchando
Por eso seguimos insistiendo que de verdad se trabaje en serio, para que podamos todos, sentir satisfacción de que sí estamos luchando por eso. A lo mejor se está haciendo algo, no lo podemos negar, pero falta más todavía, y creo que se puede hacer mucho más.
Salud es vida, nosotros queremos vida, luchamos por una vida buena, una vida mejor
Esperemos que esto se siga trabajando en este sentido de buscar salud, vida, porque salud es vida, nosotros queremos vida, luchamos por la vida, por tener una vida buena, una vida mejor. A esto es que nos llama el Señor, transformar, cambiar algo que está mal y cuanto no quisiéramos que esto ya la próxima semana habláramos de otra cosa, pero si no se hace nada por esta realidad que vivimos, vamos a seguir lamentándonos de esta situación.
Si escucháramos a Cristo, hiciéramos las cosas mejor, miraríamos al otro como persona que merece lo mejor.
El Señor nos invita a todos a que le escuchemos, a Jesucristo, es el único que nos puede dar esta palabra de vida, de vida nueva, de vida que transforma, de vida que nos alienta cada uno, de vida, de palabra de esperanza que es lo que necesitamos. Escuchémosle, Dios Padre nos dice: Este es mi hijo amado, escúchenlo, si lo escucháramos a Él yo creo que hiciéramos las cosas mejor, hiciéramos las cosas diferentes porque no nos miraríamos solo a nosotros, miraríamos poco más allá, miraríamos al otro como una persona, como persona humana, como una persona que realmente merece lo mejor.
Les invito a que no salgamos vacíos cuando vayamos al encuentro con el Señor, que lo escuchemos, hoy el Padre nos invita.
El Señor nos invita en este tiempo de Cuaresma y yo les invito a ustedes que no salgamos vacíos cuando vayamos a Misa, al encuentro con el Señor. Que le escuchemos al Señor, hoy el Padre nos invita: Este es mi hijo, escúchenlo. Esta es la buena noticia que tenemos cada domingo, cada encuentro, cada vez que escuchamos al Señor, esta es la buena noticia que nos invita siempre a hacer la cosa mejor y diferente.
Que el Señor nos de esa fuerza para afrontar los problemas que vivimos cada día.
Que el Señor nos ayude, que el Señor nos de esa fortaleza, que el Señor nos de esa fuerza que necesitamos para afrontar los problemas que cada día vivimos, en El confiemos y seguro que tendremos buenos resultados para nuestra vida, para nuestra familia y para nuestra sociedad.
Que así sea.