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Mons. Eugenio Coter: “Si la Amazonia sigue quemándose, no llegará nunca la lluvia”

Prensa CEB 10.09.2023.- El Mons. Eugenio Coter, obispo del Vicariato Apostólico de Pando y Administrador Apostólico del Vicariato de Reyes, pidió a los fieles que “no hagamos la vista gorda frente al mal” y exhortó a parar con los chaqueos que están arruinando las vidas y quitando la lluvia al país.

El obispo indicó que el sol rojo es producto del humo que se respira en Pando. “Todavía no entendemos que hay que parar con los chaqueos, todavía no entendemos que estamos arruinando nuestras vidas, todavía no entendemos que estamos quitando la lluvia al país; ciertamente que hay problemas en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, pero los vientos que llegan allá, pasan sobre la Amazonia y si la Amazonia sigue quemándose, no llegará nunca, ni allá ni acá”, señaló con evidente preocupación.

“No hagamos la vista gorda frente al mal, si intervenimos cuando el mal es pequeño, evitaremos que sea grande, porque cuando es grande, las heridas son grandes y a veces son irreparables”, subrayó a tiempo de pedir que se trabaje por la construcción de una comunidad cristiana y más humana: “el cristiano no es desinteresado de lo que sucede alrededor, más bien, si fuera desinteresado, no respondería al camino de Cristo”, remarcó el obispo.

La corrección fraterna

La autoridad eclesial se refirió a las enseñanzas del Evangelio de (Mateo 18, 15-20) que orientan la vida de un discípulo del Señor. Estas enseñanzas son fundamentales para el crecimiento espiritual y la construcción de una comunidad sólida, abordan la corrección fraterna, la capacidad de liberación de la Iglesia en el camino del discípulo y el poder de la oración.

El obispo dijo que hay que estar dispuestos a recibir la corrección fraterna, para la construcción de una verdadera comunidad. Además, enseñó que una corrección fraterna está basada en valores y en la búsqueda del bien, en lugar de responder a intereses personales.

Al finalizar su homilía, el obispo resaltó que ser discípulo del Señor implica estar dispuesto a la corrección fraterna, para crecer y fortalecernos como comunidad.

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