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Ene

Mons. Oscar exhorta a escuchar la Palabra de Dios y darla a conocer

Prensa CEB 27.01.2025. El domingo 26 de enero la Iglesia Católica Universal celebró el Domingo de la Palabra, en este marco, Mons. Oscar Aparicio, Arzobispo de Cochabamba dijo: «Que esta Palabra sea escuchada por un pueblo, por ti, por mí, conociendo al Señor, demoslo a conocer a los demás prácticamente en esto se reduce nuestra tarea y nuestra labor».

Mons. Oscar Aparicio sugirió a los asistentes realicen la Lectio Divina en sus domicilios y en familia: «Es posible hacerlo también en casa y en cada momento que podamos tener la posibilidad de este contacto con la Palabra, lo primero que habrá que hacer es invocar al Espíritu, hacer una pequeña oración, leer el pasaje que nos parece interesante, así como hace Jesús meditamos, queremos conocer en esta meditación muy sencilla que me dice a mí y dejamos que ilumine nuestra vida. Jesús nos habla a través de su Espíritu con una palabra», señaló.

Fuente: Arquidiócesis de Cochabamba

HOMILÍA DE MONS. OSCAR APARICIO

ARZOBISPO DE COCHABAMBA

DOMINGO 26 DE ENERO DOMINGO DE LA PALABRA

 Muy amados hermanos y hermanas, ya como nos han indicado, hoy es un día muy particular por ser no sólo el tercer domingo y porque escuchamos la palabra de Dios y nos reunimos para la fracción del pan, el día del Señor, sino porque también tiene esta tonalidad, se pone el acento en lo que el Papa Francisco ha querido hacer ya en esta institución de la palabra. Trato de pronunciar lo mejor posible la palabra, es decir, se ha referido alguien, se ha referido en este caso a Jesucristo, Él es la Palabra, el Verbo hecho carne, que habitó en medio nuestro. Vean que se trata de una palabra que hace referencia a la persona propiamente de Jesús. No sólo se trata de una nomenclatura, no sólo son signos convencionales, no sólo es la Escritura, sino es la palabra prácticamente realizada, plasmada en una persona que es Jesús. La palabra y la Eucaristía son la presencia del Señor real y verdaderamente entre nosotros.

 Día consagrado a la Palabra

 Simplemente les quiero recordar que ciertamente el 30 de septiembre de 2019, el Papa quiso instituir este día consagrado a la palabra, el tercer domingo del tiempo ordinario, cuando ya inicia prácticamente, o ya está iniciado el año y entonces también nuestra misión, la misión de Jesús, que se ya dice en nuestro bautizo y en la misión también nuestra. Pero les recuerdo que el 19 nosotros estábamos en situaciones de unas convulsiones sociales, políticas muy graves. Probablemente ha pasado un poco de largo esta situación. E inmediatamente el año 2020 hemos sufrido mundialmente toda esta situación del coronavirus. Puede ser una de las razones por tanto que nos han desconcentrado, diríamos así, de nuestro camino y justamente de esta institución de este domingo de la palabra. De todos modos hoy y los años que hemos vivido ya anteriormente, nos invitan a tener puesta nuestra atención en la palabra. Por eso la hemos centralizado también hoy. Pero  repito, la referencia a no solamente el libro de la Escritura, sino a Jesucristo Señor nuestro.

 Las lecturas o las lecturas hablan propiamente de lo que puede ser hoy este día y la referencia a esta Palabra es muy interesante. La primera lectura está referida a que el pueblo de Israel en el exilio, pueblo de Israel que había sufrido la diáspora, que había sido llevado a unos y otros lugares donde prácticamente han sufrido la ausencia propiamente del templo, de la religiosidad, incluso del Estado mismo que habían constituido, más bien retornan. Por eso cuando hablamos de Esdras y Neemías son aquellos que han procurado el retorno del pueblo de Israel a su nación, a su lugar.

¿Y qué es lo que se proclama en medio de la plaza? El pueblo reunido, retornado a este pueblo propiamente, a esta ciudad, se proclama la palabra que es la alianza de Dios. En la práctica Dios ha retornado al pueblo, Dios ha cumplido su promesa, Dios ha constituido a su pueblo, Dios ha hecho esta alianza de amor con su pueblo, por eso el pueblo llora, por eso el pueblo se emociona, por eso el pueblo hace una reverencia a la palabra y a la promesa de Dios.

 Dios está diciendo, Dios es bueno, Dios ha hecho esta alianza, Dios la ha cumplido, Dios me ama, Dios me ha retornado a mi patria, Dios me ha vuelto a dar dignidad, Dios, aquel Dios que es la Palabra, por tanto lo puede ratificar y como decíamos en el mismo salmo, tus palabras Señor son espíritu y vida. Vean que esto mismo se produce en el tiempo de Jesús, lo que no se cuenta en el Evangelio. Hay todo un preámbulo ciertamente del evangelista Lucas, que le dice yo también he decidido transmitir de todo aquello que ha acontecido en medio nuestro, respecto a Jesucristo, al Salvador, al Liberador, al que da sentido profundo y anuncia la buena noticia, querido Teófilo, tú que eres amante de Dios, tú que quieres escuchar a Dios, te lo voy a decir, quien es este Jesús.

 Después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti el relato ordenado, a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido. E inmediatamente dice Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu y su fama se extendió en toda la región. ¿Se acuerdan que el Espíritu de Dios o el Espíritu presente habían llevado a Jesucristo al desierto, a ser tentado? Es el Espíritu lleno de Espíritu que Jesús retorna al lugar donde vivía y entre las sinagogas.

¿La sinagoga cuál es? Es el lugar del culto donde Jesús siempre participaba para escuchar la Palabra de Dios al mismo destino de Esdras y Neemías en aquel entonces que el pueblo escuchaba. El sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y abriéndolo encontró el pasaje donde estaba escrito y aquí viene, desde la boca de Jesús dice el Espíritu está sobre mí.

Este Espíritu de Dios, aquel que me ha constituido como tal aquel que me hace propiamente ser la Palabra presente en medio de ustedes porque he sido ungido por el Señor les anuncio la buena noticia. ¿Cuál es la buena noticia? ¿Cuál es la buena noticia? He venido para anunciar la liberación de los cautivos para dar vista a los ciegos para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Vean qué bien cae en esto a nosotros, ¿no es cierto? Cuántos afligidos, cuántos sedientos, cuántos hambrientos, cuántos miedosos cuántos alejados de Dios cuántos metidos en su propio mundo sin poder mirar al otro cuánta irreconciliación, cuánto desentendimiento cuánta pobreza, cuánta miseria, cuánta enfermedad cuánta injusticia, cuánta fragilidad, cuánta debilidad estamos hasta en el año jubilar año de gracia, año de perdón, año de reconciliación ¿A quién se dirige Jesús? A nosotros, a este pueblo Cerrando el libro del profeta Isaías lo entrega al ayudante todos estaban fijos en su persona y es lo que dice Jesús Hoy se ha cumplido este pasaje de la escritura que acaban de oír la palabra, es decir, Jesús está presente Jesús es el evangelio Jesús es la buena noticia Jesús es el que está aquí en nosotros la Palabra cumplida en nosotros.

Queridos hermanos, queridos hermanos yo espero que de verdad nosotros estemos gozosos también de esto y así como menciona el apóstol Pablo en la segunda lectura si constituimos nosotros un pueblo porque somos miembros de este pueblo que Cristo es la cabeza,  por tanto queremos vivir también nuestro ser parte de esta iglesia, parte de este cuerpo queremos vivir con la palabra y a través de la palabra también ser anunciadores de esta buena noticia Hermanos míos, nuestra tarea, ¿cuál es? ¿Cuál es? En este mundo definitivamente en síntesis podemos decir, ¿saben qué? Escuchar y conocer a Jesucristo y por tanto que escuchen y conozcan otros a Jesucristo, a la Palabra hecha carne ánimo entonces hermanos, ánimo, ánimo porque quien tiene experiencia de Dios y de Jesucristo vive en paz se ilumina la vida encuentra sentido incluso a los sufrimientos,  quien conoce al Señor se reconcilia quien experimenta a Jesús ve al otro como hermano, no como enemigo quien conoce a Jesús asume total y plenamente sus responsabilidades y construye este mundo, no lo destruye quien conoce y experimenta a Jesús ejerce su labor o de autoridad o de padre madre o de hijo o de miembro de un pueblo o de autoridad en un pueblo fundamentalmente es que esta Palabra sea escuchada por un pueblo por ti, por ti, por mí conociendo al Señor lo demos a conocer a los demás prácticamente en esto se reduce nuestra tarea y nuestra labor muy bien hermanos, me estoy extendiendo demasiado disculpen ustedes pero para concluir simplemente vean que en la hojita dominical al final hay una metodología de poder escuchar la palabra se llama así Lectio divina que es lo que hay que para escuchar o para entender en la escritura aparte de lo que ya tenemos todos los domingos o tenemos cada día en la misa cada día hay una Palabra de Dios que se nos expresa sin embargo es posible hacerlo también en casa y en cada momento que podamos tener la posibilidad de este contacto con la palabra primero que habrá que hacer invocar al espíritu hacer una pequeña oración leer el pasaje que nos parece interesante así como hace Jesús meditamos, queremos conocer en esta meditación muy sencilla qué me dice a mí y dejamos que ilumine nuestra vida este pasaje o Jesús nos habla a través de su espíritu con una palabra. Amén.

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