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“Nosotros también estamos llamados a ser el buen pastor”, señala Mons. Oscar Aparicio

Prensa CEB 12.05.2025. «Estamos llamados a ser buen pastor. Cuando habla de la iglesia no habla de sí mismo, habla de un pueblo, de una asamblea. Cuando habla de la misión, habla también de nosotros en concreto», dijo Mons. Oscar Aparicio, Arzobispo de Cochabamba al referirse al Evangelio de hoy domingo 11 de mayo día que se celebra El Buen Pastor.

HOMILÍA DE MONS. OSCAR APARICIO ARZOBISPO DE COCHABAMBA

DOMINGO 11 DE MAYO

Celebramos el tercer domingo de la Pascua del Señor. Sabemos y conocemos que la Pascua se extiende hasta por 50 días. Es la fiesta de las fiestas, es la rememoración total y plena de aquel gran acontecimiento de que Jesús vive resucitado, nos anuncia y nos procura para nosotros también la paz, el amor, la misericordia, la cercanía de Dios, el que está junto a nosotros, el hecho concreto hoy prácticamente de el buen pastor que no abandona a su rebaño.

 Dios el Buen Pastor que cuida a su pueblo

 Pero todos estos días hemos vivido intensamente, muy intensamente, tantas situaciones, tantos acontecimientos que son un anuncio ciertamente de la iglesia, nuestra experiencia de iglesia, pero que es comunicada hacia los demás, al mundo, al mundo entero. La figura del buen pastor ya aparece propiamente en la Biblia, en el Antiguo Testamento. Dios Padre, el Dios que aprende el pueblo de Israel a conocer de quién es y sus características, de cómo se expresa Dios entre tantas manifestaciones y atributos que se le da a Dios, es justamente la del buen pastor que cuida a su rebaño, que cuida a su pueblo, que lo conduce a buenas tierras.

 Es el pastor que no lo abandona nunca, que se mete en la vida del rebaño o de la oveja, por decir así. Es la figura creo más tierna, ya en el Antiguo Testamento, de un Dios que sabe ser buen pastor, que pastorea. La característica de las ovejas, normalmente, o el rebaño, es lo que decíamos ya en la oración colecta, puede demostrar mucha debilidad y fragilidad.

De hecho, la experiencia que nosotros también tenemos, o por lo menos tenemos referencia, aunque no hayamos estado como la situación de los pastorcitos que viven en nuestra región, pero es esta característica, necesitan de un pastor.

Jesús de Nazaret el Buen  Pastor

En concreto,  lo que hoy se nos propone es esta figura del buen pastor, pero traducida en Jesucristo nuestro Señor. Aquel que había sido crucificado, muerto y sepultado, aquel que el ángel nos había anunciado y dicho, ¿por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado. A este Jesús de Nazaret, aquel, Dios lo ha resucitado. Este es el buen pastor. Si Él ha vivido entre nosotros, nos ha acompañado, ha estado entre los pecadores, entre los más necesitados, si ha caminado por nuestra tierra, si se ha hecho visible en concreto, este Jesús histórico es el buen pastor.

Es la figura de Dios Padre que te cuida, que te ama, que te mima, que te acompaña, sobre todo en los momentos de mayor fragilidad. Vean que esto es histórico. Por tanto, no es solamente Dios que está en el cielo probablemente lejano, sino más bien es el Dios cercano, es el Dios que ejerce su ser pastor en medio nuestro.

 Y así podríamos tomar tantísimos ejemplos de buenos pastores, a imagen del buen pastor. Incluso si hoy deseamos por las familias, podemos tomar el ejemplo de tantos pastores, porque están llamados justamente a pastorear esta pequeña grey, el papá, la mamá, el abuelito, la abuelita. Llamados a ejercer el ser buen pastor y a cada uno y a cada cual.

Por tanto, a imagen de Jesucristo, nosotros queremos también caminar en este espíritu, en este sentido, porque es Jesús el resucitado que nos otorga justamente este espíritu de buen pastor. Los ejemplos grandes que hemos tenido esta semana, el primer día de la octava de Pascua, el Papa Francisco previamente nos había saludado el Domingo de Gloria, había saludado al mundo entero en la plaza de San Pedro en Roma y al día siguiente Dios ha querido llevárselo a la casa del Padre. Pero podemos reconocer grandemente el buen pastor entre nosotros.

 Papa Francisco, el Buen Pastor

La grey universal que ha sabido ser acompañada por este santo pastor, por este buen pastor a imagen de Jesucristo. Entre tantas cosas que decíamos del Papa Francisco, a mí me impactaba algo muy grande. Un creyente, un discípulo del Señor, uno que al estilo de los apóstoles se convierte en testigo del resucitado.

 Es el Papa, es el Papa bueno, es el que nos trae la esperanza, es el que nos anuncia el Evangelio, es aquel que con gestos y símbolos se hace presente, es aquel que capaz de romper tantos esquemas, tantos mitos, en fin tantísimas cosas. Pero de verdad se trata también de alguien que ha sido testigo del Señor resucitado, que lo ha conocido al buen pastor y se ha dejado guiar. El creyente, el apóstol, aquel que es testigo y es buen pastor porque justamente esta es la característica fundamental.

 Papa León XIV Buen Pastor

El Papa León XIV. Creo que la característica otra vez está en esto mismo. Un buen pastor.

 Que el Señor provee al estilo de Jesucristo. Otro creyente, otro que se ha dejado amar por Dios y que es posible que ejerce también su vocación como buen pastor en medio nuestro. Vean que no se trata entonces de cuestiones políticas o cuestiones de elecciones que deban ser netamente por los programas o por las capacidades.

Se trata justamente de que es testigo de Jesucristo nuestro Señor, el buen pastor. Y puede ejercer su ser buen pastor universalmente a imagen de Jesucristo. Hermanos, esto aquí nos involucra a todos nosotros.

 Yo cuando celebrábamos la misa de acción de gracias por el Papa León XIV, me gustaba decir una referencia que me ha parecido muy interesante. En la prédica y en la presentación que él ha podido hacer, había una característica hablando en italiano, aunque el español lo hablaba también muy a lo norteamericano, ¿no es cierto? No a lo norteamericano, sino a lo latinoamericano, porque es muy cercano. Ha tenido su misión y su ejercicio de buen pastor en Perú grandes y muchos años.

 Pero bueno, la característica que decía es que al anunciarnos a Jesucristo nuestro Señor, a invitarnos a mirar a Jesucristo, el invitarnos a recibir este saludo del resucitado, la paz con ustedes. Una cosa importante es que lo hacía en plural. En el italiano es interesante este sufijo que se dice ci.

Andiamo chi, vamos, ascoltaci, escuchemos. Es casi como involucrar. Y si ustedes han percatado, en su discurso normalmente no habla de él, habla de nosotros.

 No habla de él como buen pastor, sino de nosotros que estamos llamados a ser buen pastor. Cuando habla de la iglesia no habla de sí mismo, habla de un pueblo, de una asamblea. Cuando habla de la misión, habla también de nosotros en concreto.

 Que seamos, por tanto, también nosotros, a esta imagen de Jesucristo, este buen pastor. Y nos alegramos, entonces, grandemente por nuestro nuevo Papa, que el Señor ha provisto para nosotros un buen pastor en esta iglesia nuestra. Pero bueno, basta de palabras mías.

Fuente: https://boletinelmensajero.blogspot.com/

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