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Iglesia manifiesta preocupación por la contaminación, explotación y desigualdad en Bolivia y pide se regale confianza, trabajo y compasión

Prensa 31.07.2022.- Este domingo 31 de julio, desde la Basílica menor de San Francisco, Mons. Percy Galván, Arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz, durante su homilía pidió a los fieles que este 6 de agosto en el aniversario de Bolivia, se den regalos de confianza, trabajo y compasión. Detalló que el trabajo es continuar la obra de Dios y no contaminar a través de la explotación de minerales, ni los suelos con el cultivo desmedido de la hoja de coca. Así mismo lamentó que en Bolivia hay gente que percibe el salario mínimo, mientras otros llegan a percibir miles de bolivianos, ante esta realidad pidió regalar a Bolivia igualdad y solidaridad.

Transcripción de la Homilía:

Hermanos, aquí nos acompaña un bonito mapa de Bolivia, está con la imagen del Señor de la Sentencia, con la imagen de la Virgen y con el Santo Rosario. Ya eso nos está diciendo que está rezando por este, nuestro querido país, ya nos está mostrando que nosotros tenemos que ser un país con una bella característica, nuestro amor y nuestra fe a Dios.

Es muy importante queridos hermanos, cuando estamos hablando de creer en Dios, no sólo estamos hablando del mundo Católico, también hablamos de las otras Iglesias que no son Católicas, pero que ponen a Dios en el centro de sus vidas. También de estas Iglesias nos acordamos y a ellas nos unimos espiritualmente para decir los hermanos de Bolivia, cada 1 en la opción que desee. Que ame a Dios, pero que lo ame sinceramente de acuerdo a su palabra y no de acuerdo a intereses, familiar, ideológico, menos político.

Queridos hermanos, 6 de agosto, Día de Bolivia. Tenemos que traer un regalo… Entonces, queridos hermanos, la Palabra de Dios de este domingo, nos trae un mensaje directo, claro y concreto hermanos. Nos dice el Señor, nos dice la Palabra de Dios, no seamos avaros, menos codiciosos.

No seamos tacaños, no seamos michas, (bueno, capaz y todo puede pasar un poquito) la codicia ya no, porque el que junta todo ya no necesita, sigue juntando y ni siquiera usa lo que junta, van a ver en algunas casas hermanos, hay vajillas que no han usado ya desde nuestros abuelos, yo estoy terminando ya desde donde las vajillas que han dejado mis abuelos, pero porque uso, en la vitrina está, pero sáquelo, utilícelo, rómpalo, así van a dejar esa tentación de la avaricia y si no lo necesitan, déselo a otros.

El avaro es el que no gasta ni para sí mismo. El codicioso es el que quiere seguir teniendo más a pesar de lo que tiene (estoy chequeando nomas que tiene el vecino para tener más). El Señor nos dice hoy: “basta de avaricias y basta de codicias”; por eso, vamos a despojarlos de eso nosotros queridos hermanos, vamos a traer nuestros regalitos a nuestra patria querida Bolivia.

En primer lugar quiero que regalemos a Bolivia, le regalemos confianza, dejemos de ser avaros y codiciosos y regalémosle al Señor nuestra confianza, regalémosle al Señor nuestra fe, regalémosle al Señor nuestro compromiso con Dios. Por eso está Bolivia, así arregladita con estos motivos religiosos.

Queridos hermanos, la fe es importante, por eso quiero pedirles con ese cariño, con ese respetó, ese amor que les tengo queridos abuelitos, papás, mamás: La única herencia que debe preocuparnos dejar a nuestros hijos es la fe en Dios. Y nosotros los viejos lo sabemos, nadie nos la está charlando aquí, sabemos que si no nos agarramos de la mano de Dios, nos vamos a agarrar de la mano del poder, de la mano del placer, de la mano de la plata. Eso quiere decir que vamos a ser avaros, michas y codiciosos.

Sólo la fe en Dios puede hacernos personas desprendidas, solidarias, que sabemos conformarnos con lo que nos hace falta para vivir dignamente y todo lo demás ya no es nuestro. Todo aquello que está en nuestras manos y no lo necesitamos es de nuestros hermanos, hay que devolver, así de clarito, queridos hermanos, hay que devolver.

Ya no nos hagamos engañar con este mundo, que casita, que cochecito, dinerito. Sabemos nosotros, a estas alturas de nuestra vida, que el dinero es importante, sí, pero para servirnos a nosotros, no para que nosotros les sirvamos.

Sabemos, queridos hermanos, que la política, las autoridades son importantes, sí, pero para servir a un país, no para que se sirvan, ni se aprovechen, ni caigan en la corrupción, ni se enriquezcan ilícitamente, sabemos, queridos hermanos, que el placer es bueno, ¿quién no quiere divertirse en la vida?, pero en los parámetros de nuestra fe, en los parámetros de lo que nuestra fe nos pide.

Y ustedes papás, abuelitos, si aman a sus hijos y a sus nietos, enséñenles a amar a Dios y listo le están dejando la herencia más grande, más preciosa y más bella, porque pueden imaginarse estos niños agarrados de la mano de Dios, estos jóvenes agarrados de la mano de Dios, van a ser personas sanas, buenas y nobles, ¡se los aseguro!, si ha pasado eso con nosotros. ¿Por qué no va a pasar con nosotros?.

Aquí está un jovencito, también representando a los jóvenes, un joven encantador, trabajador, ese va a regalarle a Dios el trabajo. El trabajo, queridos hermanos, pero el trabajo Cristiano, lamentablemente mucha gente trabaja para acumular cosas, ya tiene casita, otra casita busca, ya tiene el cochecito, otro mejorcito, nunca se conforma.

El trabajo, queridos hermanos, el trabajo en primer lugar para un hombre de fe, el trabajo es continuar la obra de Dios, para eso trabajamos para perfeccionar la obra de Dios, la creación, no para contaminar nuestros ríos a través de la explotación indiscriminada de los minerales, no para contaminar nuestros suelos y nuestras quebradas por el cultivo desmedido de la hoja de coca, no trabajamos para eso, no trabajamos para destruir la creación, sino para construirla, para cuidarla, porque a no es nuestra propiedad, es la propiedad de Dios para que viva toda la humanidad, no nosotros no más.

¿Queridos hermanos, acaso se imaginaban ustedes en su niñez que estaríamos pagando 10 bolivianos o 5 bolivianos por un litro de agua?, y ahora ven que los estamos pagando tontamente de forma normal, más caro que la gasolina es el agua ahorita ¿se han dado cuenta hermanos y dónde se van a bañar los futuros niños, los futuros jóvenes. ¿En dónde se van a bañar si todas nuestras quebradas las estamos contaminando diariamente?, y todos somos cómplices de aquello, porque calladitos estamos.

Se están talando nuestros bosques, contaminando nuestros ríos, matando nuestros animalitos de toda forma. Queridos hermanos, el trabajo es para continuar la obra de Dios, para perfeccionarla, no para destruirla.

El trabajo es el que nos realiza como hijos de Dios, como criaturas de Dios, en el trabajo nos realizamos porque aportamos un granito de arena al crecimiento de mi persona, de mi familia, de mi barrio, de mi departamento, de mi amado país. Preguntémonos este domingo cada uno de nosotros ¿qué estoy aportando a mi querida Bolivia?, ¿Con cuánto aportó?. Cada uno de nosotros, no le echemos la culpa (a nadie) a veces somos guapos para culpar al presidente, al ministro, al alcalde, ¿desde mi fe como católico, cuál es mi aporte a mi Bolivia, en estos 1056 años que tengo?.

Hare mi lista, a mi pueblo, a mi familia, a mi barrio, ¿con qué estoy aportando? El trabajo, para percibir en tercer lugar un salario digno, Igualitario a todos. Qué pena, en Bolivia hay personas que ganan 2300 bolivianos y otros que ganan 30, 40, 50 y 80.000 tranquilitos y bien Católicos todavía estos hermanos, bueno, yo digo, que ganen así, pero que no se olviden su diezmo para los pobres, que no se olviden la solidaridad para la gente necesitada.

Entonces, queridos hermanos, trabajemos para agrandar la creación y cuidarla, trabajemos de manera muy especial para hacernos personas dignas y trabajemos para percibir un salario digno, no más de lo necesario, nunca agarremos más de lo necesario, pecado es.

Y finalmente regalémosle a nuestro señor, queridos hermanos, lo que nos habla la lectura de hoy, no seamos avaros, no seamos codiciosos, seamos compasivos, pongámonos en el pellejo del otro, en el lugar del otro, en el lugar de aquel agricultor que tiene que romperse el lomo para vender 25 mandarinas en 10 bolivianos, para vender unas arroba de maíz en 20, 30 bolivianos… queridos hermanos seamos conscientes por favor, y el Gobierno feliz y tranquilo y ¿por qué no les dan mejores condiciones de vida?.

Por eso es injusto ganar un salario de 20 mil bolivianos, cuando mi hermano gana 2000, por eso queremos regalar a Bolivia esa igualdad, esa solidaridad, esa compasión.

Queridos hermanos, reglemos estas cosas bellas a nuestra patria Bolivia, regalemos en primer lugar confianza, confiemos en nosotros mismos y en Bolivia. Hermanos por favor, nada de profetizaciones catastróficas, cada día Bolivia será mejor, no vamos a entrar a esos juegos miserables de los políticos.
Segundo queridos hermanos, le vamos a regalar a Bolivia, trabajo, pero trabajo al estilo del Señor, trabajo digno, trabajo justo, trabajo que cuida la creación. Regalémosle al Señor, a nuestra Patria Bolivia, trabajo.

Y finalmente, como para cerrar con broche de oro, regalemos a nuestra patria Bolivia, que somos todos los bolivianos, compasión. Pongámonos en el lugar del otro, en el pellejo del otro, en la vida del otro y sepamos compartir material espiritual, moralmente todo lo que tenemos. Y así construyamos una patria, una Bolivia grande, que han soñado nuestros padres fundadores y que nosotros también las soñamos, pero que tenemos que aportar para que esa Bolivia sea realidad.

¡Qué viva Bolivia Hermanos!… ¡Que viva!

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