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Mons. Pesoa: Ser discípulos quiere decir que se debe trabajar en la construcción de la paz

Prensa CEB 03.07.2022.- Desde la Catedral de Trinidad, Mons. Aurelio Pesoa, Obispo del Vicariato Apostólico del Beni y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, en su reflexión, detallo la misión de los discípulos llamados a trabajar por la construcción de la paz, en la vida concreta del ser humano y en corazón de nuestra sociedad.

Domingo 3 de julio de 2022

El Reino de Dios

1.- La liturgia de este domingo nos sugiere tres puntos de reflexión. 1, Dios revela su presencia y acción salvadora en el mundo. 2 La presencia de Dios, tiene como objetivo la propagación de la paz, 3 es decir, que el verdadero discípulo tiene como única misión el anuncio y la construcción del reinado de Dios y de la paz.

El Evangelio nos relata el envío, por Jesús, de los 72 discípulos y de los 12 con un claro encargo misionero: salir más allá de las comodidades, tener plena confianza en Dios y dejar a un lado la preocupación de los bienes pasajeros. La misión es cumplir el mandamiento del amor a todos los pueblos, y anunciar que el Reino de Dios está cerca.

La misión se hace en comunidad: “Los envió de dos en dos…” y esta destinada a todos los pueblos, el N° 72 en los evangelios representa a todas las naciones del mundo.  La misión es proclamar el Reino de Dios y ser portadores del don de la paz, anunciada por los profetas del AT, la paz es una realidad en la persona de Jesús, la paz no es un deseo, es el fruto visible del reino de Dios predicado por Jesús, al mismo tiempo, es signo de la presencia del Mesías. Vivir en paz debería ser la aspiración continua de todo cristiano.

2.- Al final de la misión, los discípulos retornan llenos de alegría por el éxito que han tenido. Y dicen al Maestro “hasta los demonios se nos someten en tu nombre”. La obra de Dios se desarrolla; es como la levadura en una medida de harina, nos dirá el Señor en otro momento, al entusiasmo de los discípulos Jesús les advierte que su alegría debe residir en que ellos son los instrumentos privilegiados para el proyecto e Dios: “Alégrense que sus nombres están escritos en el cielo”.

La misión de los discípulos es también la misión de todo cristiano, nuestra misión es anunciar el Reino de Dios y llamados a ser sembradores de la paz, e un mundo donde la violencia y la muerte están muy presente. Ser promotores de confianza en este mundo, y en nuestros ambientes en donde va creciendo la desconfianza y el recelo hacia el otro.

La salvación ofrecida por Dios produce en el ser humano la verdadera paz. Todos los bautizados en Cristo somos llamados a ser constructores y servidores de la paz. Esta afirmación nos hace preguntarnos, ¿pero, cómo construir o hablar de paz en un mundo lastimado por la guerra, la muerte, el dolor y el sufrimiento?. Y si nos situamos en nuestro país percibimos que la paz se va alejando, dando paso al temor o miedo, porque también nos preguntamos ¿cómo es posible que en menos de dos semanas haya habido seis muertos y de manera violenta?.

3.- El Señor a través de su palabra nos anima y nos da el encargo, el mismo que dio a sus discípulos, ponerse en camino y anunciar la Palabra y con las obras, que el Reino de Dios está presente en cada uno de nosotros. Es responsabilidad nuestra la realización de ese reinado, por eso, lo primero, que se debe decir al llegar a una casa es el saludo de “paz a esta casa”.

Ser discípulos quiere decir que se debe trabajar en la construcción de la paz, en el interior y en la vida concreta del ser humano y en corazón de nuestra sociedad.

Estamos pues, llamados a poner nuestra confianza, no el poder del dominio del otro, o en el poseer de las cosas, o interés egoísta, sino en manos de Dios que es el dueño de toda vida. Saber y recordar que la salvación de Dios nos viene de Él. Nosotros somos servidores y colaboradores en la construcción del Reino de Dios.

Queridos, estamos invitados a tomar este reto que nos da el Señor, ser hombres y mujeres, no solamente de buena voluntad, sino de manera efectiva, promotores y sembradores de la paz y esperanza, en el mundo actual. Así sea.

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