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Mons. René Leigue: Pueblo de Bolivia, Pueblo de Santa Cruz, les exhorto a que se pongan de acuerdo, que no haya divisiones

Prensa CEB 24.01.2023.- Somos un pueblo, una comunidad, una familia, cada uno con su manera de ser y pensar, pero no significa que debamos estar divididos.
Traten de vivir en unidad, no se dividan, no se peleen entre ustedes porque eso nos les va a ayudar.
La Palabra de Dios es luz que ilumina nuestra vida, nuestro camino, nos hace salir de las tinieblas.
Cristo no está dividido y cuando hay esa intención de división, es cuando se empieza a buscar grupos donde refugiarse.
La división que tenemos hoy en día va por ahí, cada uno defiende su grupo, defiende su líder.
Hoy en día se tiene que aquel que piensa diferente ya no es nuestro, por tanto, “hay que hacerle le vida imposible”, es triste.
Homilía de Mons. René Leigue Cesarí
Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra
Enero 22 de 2023

Domingo de la Palabra de Dios

Saludos cordiales a ustedes los presentes y a todos los que nos siguen por las redes sociales, por los medios de comunicación. A las personas delicadas de salud y los que están alejados de la ciudad, no siempre tienen la oportunidad de participar en la Misa todos los domingos. Saludos a todos ellos.

Hoy, este domingo, es un domingo especial, especial en el sentido de que es denominado el “Domingo de la Palabra de Dios”. No significa que solamente hoy se escuche la Palabra de Dios, sino que el Papa ha querido denominar un domingo, un día dedicado a la Palabra de Dios.

Me parece que lo ha hecho empezando el año, como diciendo todos los domingos o cada día hay que escuchar al Señor. Y hay que escucharlo mediante su palabra, porque es ahí que nos orienta a nosotros, la palabra del Señor, nosotros al final de la lectura decimos: Palabra de Dios, nosotros aceptamos que es así respondiendo. Entonces eso es la palabra del Señor y este domingo es dedicado a ella.

La Palabra de Dios o la Biblia es un solo libro y es siempre palabra actual

La Palabra de Dios la tenemos en dos partes que son antiguo y nuevo testamento, custodiado en un libro que llamamos: “Biblia”. Pensemos en ese libro llamado “Biblia”, ahí está la Palabra de Dios, y para nosotros es un libro sagrado y es un libro que pensemos que le podemos cambiar de tapa, podemos cambiar de color, o lo que veamos, una edición nueva, pero el contenido es el mismo, no como cualquier otro libro que siempre sale nueva edición y con la nueva edición hay algo que se le va añadiendo, se va mejorando. La Palabra de Dios o la Biblia es un solo libro y es siempre palabra actual.

Por eso es que llamamos “Palabra de Dios” porque siempre es actual, ya hace tantos años que se ha escrito la Biblia, pero si ustedes leen la Biblia, siempre van a encontrar palabras actuales, no palabras del pasado, por eso es que no vemos la Biblia como un libro de historia, sino que lo vemos como un libro actual de nuestra realidad, por eso es que el Papa quiere dar énfasis diciendo que empezamos el año y van a escuchar durante el año la Palabra de Dios y hay que darle un espacio a esa palabra.

La Palabra de Dios es luz que ilumina nuestra vida, nuestro camino, nos hace salir de las tinieblas.

Esa palabra que nos ilumina, que nos hace caminar en la luz, la Palabra de Dios es luz para nosotros, hemos escuchado la lectura que El vino como la luz para iluminar nuestro camino y El es la Palabra, desde el principio existía la Palabra y la Palabra era Dios. Entonces para nosotros tiene que ser eso, la Palabra de Dios es la luz que ilumina nuestra vida, es la Luz que ilumina nuestro camino, es la Luz que nos hace salir de las tinieblas que es el pecado y para salir de las tinieblas del pecado es caminar en la unidad y la conversión.

Pablo exhortó a los Corintios que se pongan de acuerdo, que no haya divisiones, que vivan en armonía

De eso nos hablan hoy las lecturas, ¿Qué nos dice hoy la segunda lectura?  Pablo preocupado por esa visita que le hacía como gran misionero, visitaba las comunidades, pero donde no podía llegar seguido, sentía que algo tenía que decir y no quedarse callado frente a la realidad que vivían. Y por eso es por lo que le escribe a esta comunidad de Corinto, ¿Qué les dice Pablo? Yo les exhorto a que se pongan de acuerdo, que no haya divisiones entre ustedes y vivan en perfecta armonía.

Pueblo de Bolivia, Pueblo de Santa Cruz, les exhorto a que se pongan de acuerdo, que no haya divisiones, que vivan en perfecta armonía, que tengan un mismo sentir.

Eso es lo que Pablo quería para esta comunidad, que no haya divisiones, que se pongan de acuerdo, que haya perfecta armonía. Les pregunto ¿Será que Pablo no nos dice lo mismo hoy a nosotros? Pueblo de Bolivia, Pueblo de Santa Cruz, Yo les exhorto a que se pongan de acuerdo, que no haya divisiones, que vivan en perfecta armonía, que tengan un mismo sentir. Esa es la Palabra de Dios y eso es lo que nos dice hoy. El señor mediante Pablo nos habla diciendo también lo mismo, que no haya divisiones entre ustedes.

Cristo no está dividido y cuando hay esa intención de división, es cuando se empieza a buscar grupos donde refugiarse

Y aquí nos dice algo también para reflexionar en la realidad que vivimos, dice Pablo: He escuchado entre ustedes que algunos dicen yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo. Y el dice: ¿Acaso Cristo está dividido? Cristo no está dividido, por lo tanto, no pueden decir: Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, Cristo no está dividido y cuando hay esa intención de división, es cuando se empieza a buscar personas o grupos donde refugiarse para poder también decir lo mismo.

La división que tenemos hoy en día va por ahí, cada uno defiende su grupo, defiende su líder

Hoy en día también se puede pensar igual, igual que ese tiempo, igual que esta comunidad, hoy en día se puede pensar: Yo soy color azul, yo soy color verde, yo soy color blanco, yo soy de esto, tenemos nuestro líder. Pablo dice: “Si ustedes piensan de esa manera, de ahí viene la división”. Y si pensamos ahora igual también, pensando que tenemos un grupo al cual pertenecer y hay un líder al cual defender, no es lo mismo que nos dice Pablo: Esa es la división que causa, porque cada uno está defendiendo su grupo, defendiendo ser de alguien como en este caso dice Pablo: Algunos dicen son de Pablo, soy de apolo, soy de Cefas o soy de Cristo. Esa es la división que el veía ahí. Y la división que tenemos hoy en día también va por ahí: Yo soy de este grupo, yo soy del otro, nuestro líder es este, el líder de ustedes es el otro y eso es lo que causa división.

Traten de vivir en unidad, no se dividan, no se peleen entre ustedes porque eso nos les va a ayudar

Creo que el Señor hoy nos llama pues en este día a que sigamos pensando nosotros reflexionando: ¿Qué queremos? ¿Qué futuro queremos? Hemos empezado un año muy complicado, pero no nos quedemos con eso. Hoy la palabra si uno dice: Traten de vivir en unidad, no se dividan, no se peleen entre ustedes, porque eso no les va a ayudar.

Hay un solo bautismo, todos hemos sido bautizados en nombre de Dios.

Pablo dice: Hay un solo bautizo, no se bautiza en nombre de Pablo ni en nombre de otro. Se bautiza en nombre de Dios, todos hemos sido bautizados en nombre de Dios, por lo tanto, nosotros somos ese cuerpo de Dios, ese cuerpo que se llama Iglesia.

Somos un pueblo, una comunidad, una familia, cada uno con su manera de ser y pensar, pero no significa que debamos estar divididos

Pablo siempre ha tenido esa visión de darnos a entender que significa estar unido, se recuerda cuando habla también del cuerpo: El cuerpo es uno solo formado por diferentes miembros y cada miembro tiene una función y no por eso va a estar separado del cuerpo y eso es lo que remarco hoy también, la unidad, nosotros somos un pueblo, una comunidad, una familia. Cada uno con su manera de ser, cada uno con su manera de pensar, pero eso no significa que debamos estar divididos y peleados entre nosotros, si eso entendiéramos, nuestra realidad fuera diferente, fuera otra.

Hoy en día se tiene que aquel que piensa diferente ya no es nuestro por tanto hay que hacerle le vida imposible, es triste.

Yo lo entiendo, lo entendemos así. Hoy en día se tiene que aquel que piensa diferente, ya no es nuestro, hay que hacerle la vida imposible y no solamente se lo piensa, sino que se lo hace, y eso es lo más triste. En el Evangelio escuchamos que el Señor me llama a la conversión, caminar en la luz dejando las tinieblas, caminar en la luz es hacer las cosas como corresponde, sin temor a nada, es dar a conocer, es dar testimonio.

Aquel que hace las cosas en las tinieblas y no quiere que se sepa lo que hace, necesita una conversión sincera.

Caminar en las tinieblas es hacer “matufia”. Aquel que hace las cosas en las tinieblas siempre está haciendo las cosas mal. No quiere que se sepa lo que hace y entonces el Evangelio nos habla que hay que caminar en la luz, dejando a un lado las tinieblas y creo que aquí es importante esto que, si entendiéramos también nosotros, de una conversión sincera y verdadera de hacer las cosas bien, de hacer las cosas a la luz del día.

Eso es lo que nos falta también, creo que nadie está libre de cometer un error, todos cometemos algún error, somos humanos, no podemos decir que somos perfectos, estamos camino a la perfección, pero en este tiempo para cometer un error, es eliminar esa persona directamente. 

Hay un Dios que nos quiere, nos ama y nos llama a la conversión cada día 

Creo que nosotros como personas, como humanos que somos, tenemos que pensar que hay un Dios que nos quiere, que nos ama y que nos llama a la conversión cada día. Tendríamos que escucharle al Señor, es cierto que, si alguien comete un error o todos, creo que así como cometieron un error, también tienen derecho a pagar por ese error. Pero hay manera de hacerlo, en este tiempo que vivimos eso es lo que más eleva los ánimos en la gente porque se ve que no hay manera como escapar, que alguien comete un error y el problema más serio es que la balanza está muy inclinada para un lado.

Nadie puede decir “yo no voy a pagar si he cometido un error” por eso la necesidad de reformar la Justicia.

Para algunos tiene mucho peso, esa balanza, para otros es muy liviana y eso es lo que eleva los ánimos negativos, porque se ve que nadie puede decir “yo no voy a pagar si he cometido un error” pero la manera cómo se lo hace, ahí está el problema. Que para algunos sí, para otros no. Eso es lo que tenemos hoy en día, problemas serios con la justicia, por eso la necesidad de reformar la justicia. En este tiempo pues hay una gran oportunidad para poder pedir mejorar la justicia.

Se van a firmar unos libros manifestándose si están de acuerdo o no con la justicia que tenemos.

Ustedes escucharon se van a firmar unos libros manifestándose si están de acuerdo o no con la justicia que tenemos, yo creo que les va a llegar también eso a ustedes, lo que ustedes piensen, también si quieren mejorar o no. Y si quieren mejorar, esta es una gran oportunidad de firmar unos libros para decir quiero que la justicia sea mejor y que sea para todos por igual. Ese es el gran problema que tenemos ahora, por eso pidámosle al Señor cada día que nos acompañe, que no nos deje caer en las tinieblas, que podamos caminar a la luz del día, a la luz de la Palabra, que sea ese nuestro horizonte, esa palabra de Dios siempre escuchémosla.

Llévese una frase de la Palabra del Señor para decir este va a ser mi compromiso de la semana.

Como les digo siempre actual, y siempre nos está diciendo algo, por más que usted escuche varias veces la misma frase, cada vez que escucha la Palabra de Dios, algo nuevo va a sacar. Creo que con ese ánimo venimos a la Misa, a escuchar al Señor qué me dice hoy día. Y de esta palabra que siempre escuchan en cada domingo, llévense una frase, cualquiera de la lectura que hemos escuchado, llévense una frase para decir este va a ser mi compromiso en la semana. Sobre esto voy a trabajar, esto va a ser mi objetivo de la semana y no venir a la Misa y salir igual como cuando entramos. Tendría que salir algo diferente en ustedes, algo mejor con compromiso, es decir a esto me llama el Señor, a esto me ha invitado el Señor, a esto me ha invitado el Señor, esto va a ser mi compromiso en la semana y lo voy a trabajar.

Tenemos que ser personas activas en la vida, empezando en la familia, el trabajo y la sociedad en la que vivimos

De lo contrario solamente nos estamos quedando con un sacramento como el caso de la eucaristía y venir a la Misa es solamente cumplir porque soy católico, pero no realmente porque lo sienta así. No tenemos que ser solamente esas personas cumplidoras de los sacramentos, tenemos que ser personas activas en la vida y a eso que nos invita el Señor, no quedarnos estáticos, siempre tenemos que hacer algo, empezando en la familia, del trabajo, de la misma sociedad en la que vivimos.

Poniendo en práctica la Palabra del Señor, no nos cansemos de la lucha por mejorar cada día.

A esto es que nos invita el Señor hoy en día, escuchando su palabra y poniendo en práctica, creo que cumplimos lo que el Señor nos dice y no solamente por cumplir sino porque realmente de esa manera vivimos lo que el Señor nos dice. Nosotros somos personas que escuchamos a Dios, que queremos mejores días y para encontrarlo depende de nosotros. El esfuerzo que pongamos nosotros tendrá resultado algún día. No nos cansemos de la lucha por mejorar cada día, hay alguien que está con nosotros. Ese alguien es Dios, pero para que Él esté en nuestra vida, esté en nuestra sociedad, esté en nuestra familia, hay que poner en práctica lo que Él nos dice.

Les invito a que este día pues lean nuevamente o relean las lecturas, tienen la hojita en la mano, se la llevan, ahí tienen para toda la semana la lectura de la palabra de Dios. Pongan en práctica, lean la Biblia que es el libro de la vida.

Que el Señor nos acompañe, nos de esa fuerza y ese deseo de estar con el escuchándolo, mediante su palabra.

Que así sea.

Fuente: https://campanas.iglesiasantacruz.org/

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