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Mons. Centellas: En Bolivia nos marca continuamente un sistema judicial que no funciona

Prensa CEB 22.02.2023.- “Todos los días pueden mejorar, acrecentar nuestra fe, nuestra interrelación con los demás, mejorar para que nuestro país mejore. Un signo de mediocridad es que Bolivia, año tras año, generación tras generación, sigue en la pobreza, la desigualdad social, nos marca continuamente un sistema judicial que no funciona, estos son signos de mediocridad”, detalló el arzobispo de Sucre y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, Mons. Ricardo Centellas Guzmán en la Eucaristía de Miércoles de Ceniza, al iniciar la Cuaresma desde la Catedral Metropolitana de Sucre.

El arzobispo enseño que Cuaresma, significa 40 días de preparación para la celebración de la Pascua, del misterio Pascual de Jesús, de ese paso que experimenta Jesús de la muerte a la vida, 40 días para intentar profundizar nuestra vida cristiana, nuestro compromiso cristiano.

Haciendo eco de las palabras del Santo Padre, Francisco en su mensaje para Cuaresma 2023, reitero la invitación para acercarse a la vida de Jesús, “intentar introducirnos a la vida de Jesús, interiorizarnos a la vida de Jesús, para que seamos capaces de superar la mediocridad y la vanidad”.

“Que seamos capaces de desprendernos de varios signos de mediocridad que acompañan nuestra vida y la vida de nuestra sociedad”, dijo a tiempo de pedir que dejemos el espíritu de mediocridad y de conformismo, que es visible en Bolivia por la pobreza, desigualdad social y el sistema judicial “que no funciona”.

También, exhortó a no quedarse en la vanidad y apostar por la humildad, por un camino sencillo, “si nos creemos los mejores, únicos, imprescindibles, hemos perdido el norte da la vida. Cada uno aporta algo para que la sociedad mejore, para que el mundo mejore, pero nadie es imprescindible”, señaló.

El Vicepresidente de la CEB, pidió que este tiempo de Cuaresma, “el Señor nos ayude para que podamos purificarnos del desprecio hacia los otros, o de creernos mejores que los demás, o que solo nosotros hacemos las cosas buenas y los otros malas”, reiteró que todos tenemos aciertos y desaciertos, “por eso debemos apostar a la integridad”.

A los jóvenes presentes en la Eucaristía, los bendijo y alentándoles a ser personas de bien, “que constantemente llevan paz, alegría, esperanza a sus casas, a su colegio. Que Dios les bendiga para que sean estas personas sencillas, humildes, capaces de ayudar a los otros. No todos caminamos al mismo ritmo, pero podemos apoyarnos para que juntos avancemos”, puntualizó.

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