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Rumbo a los cien años de la coronación de la Virgen María de Copacabana

Prensa CEB 30.07.24.- «De muy lejos vengo a verte a pedirte protección, Virgen de Copacabana, Patrona de mi nación», esta estrofa del himno dedicado a la “Mamita Candelaria”, encarna el sentir de todos sus devotos que desde distintos rincones patrios y fuera de ellos acuden a su santuario con profundo amor y devoción para llevarle gladiolos blancos y contarle sus penas, alegrías, sueños y esperanzas.
A lo largo de la historia, la Iglesia Católica reconoce a María como Reina del cielo y de la tierra. Este título se deriva de su papel como madre de Jesucristo, quien es considerado el Rey del universo. En Bolivia, el primero de agosto de 2025 se cumplirá 100 años de la coronación de la Virgen de Copacabana “Reina de Bolivia”, quien es venerada en el territorio nacional y en el mundo entero. Este importante hecho también coincidirá con el bicentenario patrio.

Virgen de Copacabana “Reina de Bolivia”

Traer a nuestro tiempo memorias amenazadas con perderse en las arenas del tiempo es una tarea que con amor y veneración realizan los devotos de la Virgen Morena en esa comunidad. Rose Marie es una de ellas, que, como devota, abre su corazón y comparte un legado invaluable de imágenes y recortes del periódico “La República” de julio y agosto de 1925, “La Razón” de octubre de 1948 y  “El Viacrucis” de Hans van den Berg, con el fin de preparar a la feligresía a vivir este acontecimiento con alegría entre cantos y oraciones.

El primero de agosto de 1925, la Virgen de Copacabana fue coronada como “Reina de Bolivia”, por Monseñor Augusto Sieffert, en la ciudad de Copacabana, según breve concedido en Roma el 29 de julio de 1925.
En esos tiempos, viajar hasta Copacabana implicaba un recorrido en tren y en barcos a vapor de esa forma llegaron al solemne acto el Presidente Bautista Saavedra junto a su esposa, el Nuncio Gaetano Cicognani, Secretario de la Nunciatura, Obispos de Oruro y Tarija, Ministros de Estado, embajadores de Argentina y Perú y otras autoridades, así como peregrinos de diferentes ciudades y países, ya que se organizaron Romerías extraordinarias hasta Copacabana para estar presentes tanto para la novena como para la Coronación.
En 1925 se cumplían 100 años de la creación de Bolivia, y según indica el artículo publicado en el periódico “La República”, el Presidente Bautista Saavedra, inicio los festejos del centenario patrio con la coronación de la Virgen de Copacabana.
“Como fervientes devotos de nuestra Madre, la Virgen de Copacabana, debemos difundir este importante y significativo hecho” sostiene Rose Marie, destacando la importancia de realizar un piadoso homenaje a la Virgen”.
A la luz de distintas fuentes y desde un enfoque intercultural y crítico, Erika Aldunate Loza, destacada teóloga boliviana, historiadora, docente e investigadora, revela en su obra doctoral “Historia de la devoción de la Virgen de Copacabana”, testimonios históricos sobre Copacabana, afirmando que ésta es el resultado de una “construcción histórica” en vistas a la evangelización del indígena.
Mamita de Copacabana, de hermoso rostro moreno que al mirarla nos hace sentirla madre. Sí, porque en ella vemos los mismos rasgos de las madres andinas, los detalles de su faz nos acercan, nos unen a ella y a su amado hijo Jesucristo, que nos la dejó como madre nuestra.

“Quien ama a Jesús, ama a su Madre”.

Se comparte un hermoso reportaje audiovisual “Fiesta en honor a la Virgen de Copacabana. Bolivia, 1925. Extracto de “Inca-Cuzco”, Perú 1934.

Fuente: Nataly Carrascohttps://infodecom.net/

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