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Mons. Aparicio exhorta a los peregrinos a hacer presente la ternura de Dios y de la mamita de Urcupiña en las familias y sociedad boliviana

Prensa CEB 13.08.23.- Este domingo 13 de agosto, desde el Santuario de la Virgen de Urcupiña, el Mons. Óscar Aparicio, arzobispo de la Arquidiócesis de Cochabamba, invita a contemplar la ternura de Dios en medio de las dificultades, a ser portadores de amor y misericordia en nuestras vidas y a confiar en la presencia constante de Dios.

En su reflexión, el arzobispo remarcó la invitación a “peregrinos y no peregrinos, creyentes y gente de buena voluntad, que llenos de ternura, de amor, renovada nuestra fe, seamos capaces de transmitir este amor, esta ternura de Dios mismo y que la mamita de Urcupiña se haga presente en medio de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestra realidad”, dijo alentando a aceptar el reto de ser agentes de ternura.

En su reflexión dominical, el Mons. Aparicio enfatizó la importancia del Santuario como un espacio de acogida para peregrinos y peregrinas, y cómo la devoción a la Virgen de Urcupiña ha logrado unir a personas de diversos lugares y contextos. Además, resaltó la capacidad de los medios de comunicación para llevar el mensaje de este Santuario a todo Bolivia, logrando la integración y la unidad que este lugar representa.

En su reflexión sobre el Evangelio, el arzobispo aseguró que “Dios siempre está cercano a los más necesitados, a los pobres, a los enfermos, a aquellos que están en crisis, de los que necesitan consuelo, de los miedosos, de los desconsolados, de los que viven en soledad”.

El arzobispo hizo un llamado a contemplar la ternura divina, expresada a través de las pequeñas cosas, como la brisa suave o la caricia de una madre. Y haciendo referencia al pasaje bíblico donde Jesús camina sobre las aguas y se revela a sus discípulos diciendo «soy yo», invitó a confiar en la presencia amorosa de Dios en medio de las dificultades y adversidades.

El Mons. Aparicio pidió transmitir esta ternura y amor a los demás, especialmente en tiempos de adversidad, e hizo un llamado a los peregrinos a ser agentes de ternura, amor, misericordia y paz, inspirados en el ejemplo de Jesús y la mamita de Urcupiña.

La autoridad eclesial concluyó su mensaje con una referencia al apóstol Pedro, quien duda mientras camina sobre las aguas y pide ayuda a Jesús; con este pasaje el Mons. Aparicio alentó a mantener la mirada en Dios y a confiar en su misericordia, extendiendo la mano para recibir su salvación y apoyo: “Apoyémonos en Dios y en la mamita de Urcupiña, pidiéndole que nos salve y tenga misericordia de todos nosotros”, finalizó.

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