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Mons. Juan Carlos Huaygua a los jóvenes: “Hoy, al decir sí a Dios, también le están diciendo sí a la Iglesia”

Prensa CEB 24.11.2024.- Este domingo en la parroquia de San Pedro y San Pablo de Coroico, se celebró una eucaristía en la Diócesis de Coroico, donde Mons. Juan Carlos Huaygua Oropeza OP, Obispo de la diócesis, confirmó a más de una decena de jóvenes en el sacramento de la Confirmación, fecha que coincide también con la Jornada Mundial de la Juventud.

En un ambiente de profunda espiritualidad, los jóvenes confirmandos juntamente con sus familias, que acompañaron esta celebración con entusiasmo y fe.

La ceremonia, que marcó un hito en la vida de los jóvenes, estuvo acompañada de una solemne Misa, en la que Mons. Huaygua Oropeza destacó la importancia del sacramento y su conexión con el compromiso cristiano. En su homilía, el Obispo explicó con claridad el significado de la Confirmación, señalando que no es simplemente un rito, sino un acto consciente de fe que reafirma el “sí” que cada cristiano da a Dios. En sus palabras, recordó que, aunque el bautizo de los jóvenes fue realizado por sus padres y padrinos, hoy ellos, como adultos, se presentan ante Dios para confirmar libremente su fe y su sí personal.

“Hemos escuchado tres testimonios: el de una catequista, el de una madrina y el de un párroco. Todos nos dan testimonio de que ustedes se han preparado adecuadamente para recibir el sacramento de la Confirmación. Y este testimonio tiene un valor muy profundo, porque no pedimos una firma, no pedimos la presencia de un notario, sino que pedimos palabras que sean verdaderas, palabras que comprometan la vida. Hoy, ustedes se comprometen con Dios”, expresó Mons. Huaygua, subrayando la relevancia de vivir la fe de manera auténtica.

El Obispo de la Diócesis de Coroico, también invitó a los confirmandos a reflexionar sobre lo que significa ser hijos de Dios, enfatizando tanto los derechos como las responsabilidades que conlleva esta vocación, “ser hijo de Dios es vivir con amor y en el amor. No es solo un derecho, sino también una obligación de vivir como verdaderos hijos de Dios, comprometidos con el amor hacia los demás, a nuestras familias y, sobre todo, a Dios”, afirmó Mons. Huaygua; el amor, agregó, no se rompe, y es a través del amor que los hijos cuidan de sus padres, apoyándolos en todo momento, hasta más allá de la muerte.

En su mensaje, el monseñor explicó que uno de los dones más importantes del Espíritu Santo es el “temor de Dios”, el cual no es un miedo, sino un profundo respeto y deseo de vivir conforme a su voluntad, “el temor de Dios es el cuidado de no faltarle en nada. Es vivir buscando siempre cumplir su voluntad”, señaló, animando a los jóvenes a acoger este don del Espíritu Santo con un corazón dispuesto a ser transformado y a colaborar en la edificación del Reino de Dios.

La autoridad eclesial,  también reflexionó sobre la importancia del Espíritu Santo en la vida cristiana, explicando que la Confirmación es un acto de renovación en el que el Espíritu Santo desciende sobre los confirmandos, dándoles la fuerza necesaria para vivir su fe de manera auténtica, “el Espíritu Santo es quien nos renueva, nos fortalece y nos anima”, dijo el Obispo, haciendo énfasis en que el Espíritu respeta la libertad humana y se manifiesta en la vida de aquellos que abren su corazón a Dios, cultivando los dones recibidos mediante la oración y la acción cotidiana.

Durante la misa, los confirmandos recibieron la imposición de manos, un acto simbólico que representa la transmisión del Espíritu Santo, y una oración consagratoria especial que marcó su pleno compromiso con la fe y con la Iglesia.

“Hoy, ustedes viven su propio Pentecostés, reciben el Espíritu Santo para ser testigos de Cristo en la sociedad y en la comunidad”, destacó Mons. Huaygua.

En su reflexión, también recordó que la Confirmación no es un sacramento aislado, sino un acto comunitario, “este sacramento se celebra con la comunidad, porque todo bautizado es parte activa de la Iglesia. Hoy, al decir sí a Dios, también le están diciendo sí a la Iglesia, a ser parte activa en su vida, no solo en los momentos festivos, sino también en el servicio a los demás”, señaló el Obispo. Este servicio, subrayó, es el corazón de la vida cristiana, pues el amor de Dios se transforma en acciones concretas de bien para todos.

Uno de los momentos más significativos de la celebración fue la reflexión en torno a la solemnidad de Cristo Rey. Mons. Huaygua invitó a los presentes a meditar sobre el reinado de Cristo, no como un rey de poder y riqueza, sino como un rey humilde que transforma los corazones y nos llama a vivir en la verdad y el amor, “hoy, celebramos a Cristo Rey, pero debemos preguntarnos si realmente lo dejamos reinar en nuestros corazones. Cristo es un rey que nos invita a participar en la construcción de su reino de amor y verdad”, reflexionó, instando a los jóvenes a ser verdaderos constructores del Reino de Dios en sus comunidades.

Al final de la misa, los jóvenes confirmados se pusieron de pie y encendieron sus velas, un acto simbólico de su disposición para ser luz en el mundo. Con este acto, los jóvenes de Coroico renovaron su compromiso con Dios y con la Iglesia, sellando con su fe el deseo de ser verdaderos hijos de Dios, comprometidos con la construcción de una sociedad más justa, solidaria y llena de amor.

La celebración concluyó con una oración especial pidiendo al Espíritu Santo que continúe guiando a los jóvenes confirmados en su camino de fe y servicio, y con un profundo agradecimiento a la comunidad cristiana de Coroico por su constante apoyo y acompañamiento en la formación de los nuevos miembros de la Iglesia.

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